Capitulo 14

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No - la respuesta de Katina fue rotunda -. No es tu color.

- Pero es precioso - suplicó Lucero.El vestido de color melocotón era realmente bonito y además no había tiempo que perder .

- Ni hablar. Vas a presentar a Colunga Inc en una cena con un rey . Por lo tanto soy yo quién elije el vestido - se lo quitó y la dejó en ropa interior - Vas a llegar tarde .

Lucero se había puesto sus pinturas de guerra, pero se había dejado el neceser en su mesa y por nada del mundo iría a buscarlo en ropa interior con Fernando en la oficina. Con Aleski o Levander no le habría importado, pero Fernando procedía del severo mundo de las finanzas y con él todo era muy distinto.

- ¿Te importa traerme mi neceser ? - le pidió a gritos a Fernando, que estaba en su despacho.

Él no podía creerse semejante desparpajo. Salió para dárselo... Y se encontró con un hombro delgado, una clavícula y el tirante de un sujetador rojo asomándose por la puerta. Asumió que era algo habitual en una empresa de moda que las mujeres se pasarán en paños menores, y tampoco se podía decir que él no estuviera acostumbrado a ver mujeres desnudas.

- Está en el segundo cajón - le indico Lucero.

Fernando se lo arrojó de malos modos .

- Gracias.

- Podrías haberte vestido y haberlo buscado tú misma.

- ¿ Y manchar de crema   un diseño de Casa Colunga? De eso nada - replicó ella, pero se había puesto colorada hasta las cejas y apoyó la cabeza en la puerta al cerrarla .

¿Por qué Fernando tenía que ser tan comprensivo con el asunto de Rachael?

¿Por qué no podía haberla ignorado, como llevaba haciendo toda la mañana?
  

¿Cómo iba aguantar una velada en su compañía?

No se atrevía a pensar en ello , de modo que bebió su bebida energética y se maquilló con más esmeró que de costumbre. En ese momento Katina regreso con un vestido cuyos intensos colores hicieron que Lucero frunciera el ceño , pero levantó los brazos para que Pao y Katina se lo pusieran  y sé deleitó con la caricia de la seda en la piel. Y , efectivamente al mirarse al espejo admitió que ambas habían acertado .

- Es perfecto -dijo estirando el cuello para mirarse por detrás mientras Pao le ponía los zapatos de tacón. Yo nunca hubiera elegido esos colores.

- Te lo dije - Katina no se prodigaba mucho en halagos , al menos no con el personal. Pao le tendió un abrigo dorado y le advirtió que tendría que devolverlo por la mañana.

- ! Pero ahora es todo mío ! - exclamó ella , contemplándose con una sonrisa en el espejo.

Llevaba el pelo recogido en lo alto de la cabeza con ondas y sus ojos parecían más mieles qué nunca gracias al maquillaje. Se dió otra capa de brillo en los labios y salió al encuentro con Fernando, que se estaba anundando la corbata frente a un espejo.Sus miradas se encontraron en el espejo , y él parpadeó un par de veces antes de girarse.

- Estás increíble - no podía negarlo, y sintió que se le pegaba la lengua al paladar mientras ella se acercaba como una llamarada de rojo , naranja y dorado.

Sin duda alguna siempre le recalcaba que le hacía honor inmenso a su nombre .

- ! Ya lo sé! - le dedico una amplía sonrisa mientras se ajustaba sus diminutos pechos en el escote , y Fernando estuvo a punto de sonreír por aquella respuesta poco habitual a un halago .- Es verdad que no quería aceptar el puesto, pero me encantan las ventajas.

El Diablo Se Viste De Colunga - Adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora