tres

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―¿Una puerta?― ChanYeol se quedó mirando a la inofensiva puerta.

Precisamente a las 08:00 pm la puerta había aparecido en la sala de estar. Estaba sentado en el sofá con sus padres, mientras que su teléfono estaba todavía conectado con JongIn. Nadie estaba hablando. La carta estaba asentada en la mesa de café. Cada pocos segundos uno de ellos le daba una mirada y luego la alejaba. Era como un choque de trenes con restos de cuerpos rotos y maltratados por todas partes. ChanYeol sabía que la vista se enterraría en su cerebro y aparecería en sus pesadillas, pero él simplemente no podía dejar de mirar. Había una macabra fascinación curiosa en los seres humanos.

Internamente, ChanYeol se preguntó si los Eoeans eran de la misma manera. ¿Se sentirían obligados a mirar a lugares horribles en contra de su mejor juicio?

―Eso es lo que yo veo, también.― La voz de JongIn sonó del teléfono con una claridad que era un poco inquietante. Fue casi como si estuviera de pie detrás de ChanYeol.

―Es jodidamente azul.― ChanYeol no podía creer que al igual que todo lo que los Eoeans habían creado, la maldita cosa era de color azul claro.

―¿Cambiaste tu camisa?

―Sí.― ChanYeol se había puesto una camiseta roja y una sudadera con capucha gris y sus jeans descoloridos favoritos. Sin saber lo que podía pasar, empacó una mochila con una colección de artículos al azar y luego pensó que podrían quitarle eso, por lo que también relleno sus bolsillos. Dado que la carta no dijo lo que era o no era permitido, tomó todo lo que se le ocurrió, desde necesidades básicas como cepillo de dientes, pasta de dientes, peine y una navajilla de afeitar, hasta papel y lápiz en caso que necesitara escribir una nota.

JongIn fue el que le había dicho que probablemente todo le sería quitado, pero a ChanYeol no le importaba. Prefería tratar que no hacer nada. ―¿Qué pasa si llevas algo por lo que te matan?

―Tengo serias dudas de que mi barata navajilla vaya a hacer que me ejecuten.

―Nunca se sabe―. JongIn se rió de repente. ―Además, los dos sabemos que sólo te afeitas para sentirte como un hombre. No es como si realmente lo necesitaras.

―Jódete.

―Lo desearía, hermano. Realmente desearía hacerlo.

Después de caer en silencio, trataron de correrse a través de la llamada, pero el deseo simplemente no estaba allí. JongIn se había reído que había estado más o menos duro todo el tiempo desde la pubertad, pero finalmente había encontrado una manera de calmar sus hormonas en ebullición.

No hay nada como la muerte para poner un freno a la lujuria.

Finalmente, el padre de ChanYeol había llegado a casa y ChanYeol había bajado. Todos habían estado sentados en el sofá sin hablar desde entonces. Curiosamente, a sus padres no les importaba que JongIn estuviera en el teléfono, simbólicamente sentado allí con ellos. Él siempre había cenado con ellos en Acción de Gracias porque sus padres siempre se olvidaron o estaban peleando. JongIn era como una parte de la familia, lo que hizo doblemente trágico que tuviera que irse lejos también. Ya era bastante malo para ellos perder a su único hijo, pero perder a su pseudo-hijo así, parecía increíblemente cruel.

―Yo digo que vayamos a través de las puertas al mismo tiempo.― JongIn hizo un ruido que hizo a ChanYeol pensar que se había puesto de pie, por lo que ChanYeol se levantó.

―Ok.

―¿En tres?

―Sólo… Los amo, mamá y papá.

Se levantaron y lo abrazaron. Su madre no lo soltó hasta que su padre la alejó. No había palabras. Todos ellos sabían que esto era el final. Él no podía llamar o enviar mensajes. No podía hacer otra cosa que apartarse para que no lo vieran llorar.

𝑎𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 || sᴇʏᴇᴏʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora