cinco

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ChanYeol seguía temblando por su propia liberación cuando SeHun lo empujó. Para su asombro, ChanYeol sintió el placer de SeHun irradiar hacia él. Habría jurado que llegó al clímax por segunda vez, pero no creía que fuera humanamente posible.

Aunque, teniendo en cuenta que estaba con un alienígena, tal vez había algo en SeHun que le permitió compartir el placer. Pero mientras ChanYeol disfrutaba del resplandor, algo cambió en el comportamiento de SeHun. Al estar presionado contra el traje de metal ChanYeol no podía sentirlo de forma directa, pero no lo necesitaba para saber literalmente que su postura se tensaba. Algo había cambiado en los segundos entre la liberación y la realidad. ChanYeol sabía que con JongIn, el final de la escena era una especie de bajonazo. Era como estar en la cima del mundo y de pronto ser echado en un pozo.

JongIn dijo que era normal. Y le daba a ChanYeol lo que llamaba la atención posterior, y luego de unas horas, ChanYeol se sentía volver a la normalidad. Tan áspero como el descenso era, ChanYeol no tenía ningún deseo de dejar esas sesiones. La breve incursión en el cielo hacía que el tiempo en el infierno valiera la pena.

SeHun se alejó de él tan bruscamente que ChanYeol casi cayó al suelo.

Después de tropezar, se enderezó.

―¿Hice algo mal?― ChanYeol sólo podía preguntarse qué cuando SeHun se alejó. Cuando se dio la vuelta, su máscara y el panel de la ingle estaban de vuelta en su lugar. En muchos sentidos, era como si los últimos minutos nunca hubieran ocurrido.

Si su perfectamente clara eyaculación no hubiera oscurecido la manga de gris de su sudadera con capucha, podría haber creído que había imaginado todo el asunto, pero esa marca era un indicador obvio de que su amo alienígena acababa de satisfacerlo.

―Eres una mentira.

Las palabras no tenían sentido. ChanYeol apenas había dicho una docena de palabras a SeHun, pero nada de lo que había dicho era una mentira. Entonces oyó exactamente lo que había dicho. SeHun había dicho que ChanYeol era una mentira, no que le había dicho una.

―No comprendo. ¿Cómo soy una mentira?

―Todo ese dinero desperdiciado en una ilusión.― SeHun negó con la cabeza. De nuevo, ChanYeol encontró el gesto extrañamente humano, pero después de ver la cara de SeHun, estaba claro que no era de la Tierra.

―Por favor, dime de lo que estás hablando.

―No te debo nada.

Desconcertado, ChanYeol sólo podía ponerse de pie y tratar de poner todas las piezas juntas. Él todavía no sabía dónde estaba ni qué clase de criatura era SeHun. Sabía que no era un Eoean. También sabía que no era humano. Cuando había bajado su escudo, ChanYeol jadeó porque SeHun era extrañamente hermoso. Sus características eran humanoides, pero lo suficientemente diferente para darle un aspecto exótico. De alguna manera, era como si los rasgos de SeHun mezclaran todas las diferencias de los terrícolas y luego las suavizaran. Ojos grandes, pómulos altos y anchos, una esbelta nariz elevada sólo un poco en la punta, todo culminaba con labios carnosos. Pero lo que realmente hizo jadear a ChanYeol fue que su piel era verde. No un feo verde enfermizo sino un impresionante color verde fluorescente. Y brillaba. ChanYeol no estaba seguro de si brillaba por algo dentro o tal vez sólo como un reflejo del sol, pero lo que sea que causara la luminiscencia, hizo a SeHun único y fascinante.

Pero eso fue antes de que ChanYeol le diera un beso. Una oleada de lujuria aumentaba la conciencia de su cuerpo al recordar las lenguas duales de SeHun. Al igual que su voz magistral, las lenguas de SeHun tenían completamente subyugado a ChanYeol. Fue un beso que ningún ser humano jamás podría darle.

Sintiéndose obligado por la extrañeza de su amo, ChanYeol se había rendido. Había explorado la boca de SeHun y su polla extrañamente suave con una combinación de lujuria y un fuerte deseo de agradar.

𝑎𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 || sᴇʏᴇᴏʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora