Lalisa Manoban estudiante de una escuela de jinetes y la mejor de ellos, hija de un gran empresario y mayor donador de dicha escuela, está no es como las demás chicas pues trae un detalle extra entre las piernas cosa que a ella le ha traído muchos b...
Ya estaba aquí, ya había llegado el día que las chicas menos querían y el que sus padres más deseaban, el día de su boda, por la mañana ni siquiera las dejaron levantarse por sí misma o al menos dormir hasta tarde, sus madres entraron a sus habitaciones como el FBI les quitaron las sábanas de encima y en cuanto abrieron los ojos las me metieron a las duchas.
Ambas estaban como en modo automático, la castaña no se movía, no hablaba, y miraba un solo punto en la habitación como si aún estuviera procesando todo lo que estaba pasando mientras su madre, su tía y nayeon la maquillaban, lisa por su parte se vestía sola, su madre y su tía estaban afuera esperando a que les diera una señal de que podían entrar pero ella solo se vestía como si fuera un robot automático.
A pesar de que a ambas se les dio la noticia del matrimonio y ellas hubieran creído que lo habían procesado ahora se daban cuenta de que no era así, solo pensaban en que hace poco estaban en la escuela haciéndose bromas e insultándose a cada segundo, esa era su vida y estaba perfecta pero ahora iban a casarse con la cabeza de las bromas de la otra escuela.
Sra k: ya está- dijo mirándola con ojos brillantes, le habían puesto el vestido, no era feo al contrario era hermoso pero a la castaña le molestaba todo ese día y lo que le molestaba ahora era no haber tenido palabra en la elección de ese vestido, su madre ni siquiera la había dejado verlo hasta ahora, no tuvo palabra en nada con respecto a la boda- y estás preciosa cariño
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La boda se llevaría a cabo en la casa de playa de los Manoban pues así todos ellos lo habían decidido, bueno los padres lo habían hecho como todo lo demás con respecto a la boda.
Por su lado lisa había terminado de vestirse al fin pues era hora de salir ya que su padre le había avisado que la novia estaba de camino y como de costumbre debía esperarla en el altar, al salir puso una sonrisa encantadora en su rostro y saludó a los invitados viendo como habían una cantidad de paparazzis que claro sus padres habían dejado meter a propósito.
Se acercó a sus amigas las cuales la recibieron con una sonrisa y a pesar de saber que todo era planeado la felicitaron y le dieron sus buenos deseos pues aunque la boda era planeada el matrimonio es real y no se iba deshacer por lo que debían darle buenos deseos para que fuera feliz con su esposa.
La rubia llevaba puesta una camisa blanca, un saco del mismo color, un pantalón de vestir igual y una corbata crema.
Js: ¿cómo te sientes manoban? Ya casi eres una mujer casada
Ls: siento que voy a perder la cordura viviendo con esa mujer- las demás rieron
Chae: vamos no te preocupes, ya verás que solo estás siendo paranoica, todo va a ir bien, bueno si ambas ponen de su parte claro está
Ls: carajo, no puedo creer que voy a casarme- dijo sintiendo como sus manos empezaban a sudar
Sn: oye tranquilízate, sería vergonzoso que dijeses no en lugar de si, Dios ¿se imaginan cómo sería eso?