NARRADOR
Los días pasaban y al fin estaban en su casa pues era fin de semana, las cosas estaban un poco más calmadas o bueno por así decirlo ya que ninguna tocaba mucho el tema del bebé que crecía en el vientre de la castaña aún así eso no quería decir que no lo pensaran siempre, era el tema que jamás abandonaba su mente.
Había contratado una cocinera pues los antojos de la castaña ya empezaban, la mujer debía cocinar varias veces al día cuando la castaña no estaba dormida y en otras ocasiones la rubia tenía que salir corriendo a comprarle lo que se le antojaba y no estaba en casa.
En este momento lo único que se le había antojado a la castaña había sido estar recostada todo el día en los brazos de su esposa quien no se había opuesto a aquella petición, la castaña permanecía recostada sobre su pecho mientras esta la abrazaba y miraba al techo mientras acariciaba el pelo de su esposa suavemente.
Jn: salgamos- la rubia salió de su cabeza mirándola
Ls: ¿hmm?- la castaña la miro
Jn: llevamos encerradas desde el viernes luego de llegar a casa, ya quiero salir un rato, salgamos por ahí
Ls: está bien, salgamos un rato entonces- acarició su mejilla poniendo los mechones de su cabello detrás de su oreja- ¿pero te sientes bien para ello?
Jn: si no fuera así no te lo estaría pidiendo mi amor- sonrió y la rubia igual, la castaña se acercó y dejó un beso en los labios de su esposa- vamos- se levantó pero al hacerlo tan rápido se sintió mareada
Ls: cuidado ¿estás bien?- se acercó rápidamente sosteniéndola
Jn: si, solo fue un pequeño mareo
Ls: nini ¿estás segura de que estás bien para salir así?
Jn: si, si, solo son mareos pequeños, no te preocupes lili
Ls: Mmm, está bien, cambiémonos entonces- la castaña asintió y fueron a cambiarse, esta vez con más calma
Al estar lista salieron y la rubia llegó antes al auto y le abrió la puerta ayudándola a entrar claro no sin que la castaña le dijera que no era necesario, aún así entró al auto y se pusieron en marcha de inmediato.
Ls: ¿y a donde quieres ir nini?
Jn: no lo se, es temprano y quiero a un lugar fresco y lindo donde pueda relajarme y tomar el sol tranquilamente, la rubia lo pensó un momento largo luego la miró con una sonrisa
Ls: creo que ya se a donde ir
Jn: ¿si?- la rubia giró en una esquina
Pasaron unos minutos largos en los que la castaña casi se quedó dormida, al detenerse la rubia la miró y sonrió al verla con los ojos cerrados, se quitó el cinturón y se acercó a ella suavemente y besó su mejilla.
Ls: ya estamos aquí mi amor- la castaña se removió un poco pero con pereza y no quiso abrir los ojos haciendo reír a su esposa
La rubia la vio ponerse la mano sobre su vientre sin siquiera darse cuenta, este aún no había crecido nada pero el solo hecho de saber que tenía un ser creciendo allí la intrigaba y le daba un sentimiento extraño que no podía explicar, salió de su trance y volvió a mirar a su esposa.
Ls: nini bebé despierta, ya llegamos mi amor- está abrió los ojos lentamente y conectaron miradas
Jn: ¿llegamos?- la rubia asintió y la castaña miró por la ventana viendo nada más que árboles- ¿donde estamos?
Ls: bajemos, ya lo verás mi amor- bajo primero del vehículo y rodeo para abrirle la puerta a su esposa- vamos bebé- extendió su mano entrelazándola con la suya y empezaron a caminar, poco después de caminar llegaron hasta un muelle- solía venir aquí antes, no muy seguido pues casi siempre estoy en la escuela pero venía aquí cuando quería estar sola o solo respirar
ESTÁS LEYENDO
𝙴𝚜𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊 𝚍𝚎 𝚓𝚒𝚗𝚎𝚝𝚎𝚜 [Jenlisa & Chaesoo]
FanfictionLalisa Manoban estudiante de una escuela de jinetes y la mejor de ellos, hija de un gran empresario y mayor donador de dicha escuela, está no es como las demás chicas pues trae un detalle extra entre las piernas cosa que a ella le ha traído muchos b...