Cap 33: ser fuertes

5.1K 510 12
                                    

NARRADOR

Los días pasaban, ya eran casi cuatro días desde que perdieron a su bebé, ninguna de ellas salía de casa, no iban a la escuela, no comían bien y no hablaban con nadie, habían empezado a tomar antidepresivos pues sabían bien que los necesitaban pues todo lo que sentían era dolor y tristeza.

La castaña estaba recostada en su cama, no se movía, ni decía nada, mientras tanto la rubia estaba en el baño tomando una ducha, había decidido que estando en depresión no podría arreglar nada, salió de la ducha envuelta en una bata de baño y se acercó al armario donde se cambió colocándose una camiseta blanca, una chaqueta negra y unos pantalones del mismo color junto a unos tenis deportivos blancos.

Al salir del armario miró a su esposa entre las sábanas, despacio se acercó a ella y se sentó a su lado en la cama inclinándose hacia ella y puso su mano sobre su hombro acariciándolo suavemente, se inclinó más cerca a unos centímetros de su rostro y beso su mejilla.

Ls: iré con nuestros padres a arreglar el asunto de sehun y los otros para que los metan a la cárcel, mi suegra y mi madre vendrán por si necesitas algo ¿si?- la castaña no dijo nada- quédate acostada si quieres, volveré en un rato ¿bien?- dejó un beso en su cien- te quiero

Se levantó y agarró sus cosas, luego se dirigió fuera de la habitación quedándose unos segundos parada en la puerta mirando a su esposa y soltó un suspiro antes de irse cerrando la puerta despacio detrás de ella.

Cuando salió de la casa se encontró con su suegra y su madre quienes estaban llegando, se acercó a ellas saludándolas.

Sra m: ¿cómo estás cariño?

Ls: bien supongo, me voy ya, papá me dijo que lo encontrara en la oficina del abogado, cuiden bien de Jennie por favor

Sra k: ¿cómo está ella lisa?

Ls: está deprimida, intento de todo pero ella apenas come y tampoco quiere salir de la cama

Sra k: intentaré hablar con ella

Ls: por favor, tal vez lo que necesita es a su madre en estos momentos- las mujeres asintieron entristecidas- ya me voy, intentaré volver pronto

Sra m: ve con cuidado cielo- la rubia asintió y subió a su auto poniéndose en marcha

Veinte minutos más tarde ya se encontraba entrando a la oficina del abogado de la familia, allí ya se encontraba su padre y su suegro sentados delante de este.

Sr m: lisa- habló su padre poniéndose en pie y se acercó a ella abrazándola pues no la había visto en los últimos días y tanto él como su esposa estaban muriendo de angustia por ella- ¿cómo estás hija?

Ls: estoy bien papá no te preocupes, por favor empecemos con esto quiero volver a casa con Jennie- el hombre asintió comprendiendo

Sr k: ¿cómo está mi hija lisa? No he podido comunicarme con ella estos últimos días

Ls: está bien dentro de lo que cabe señor Kim, ya sabes, es difícil- el hombre asintió bajando la mirada triste, su hija era su pequeña princesa y a pesar de estar casada no dejaría de serlo y a el nunca le había gustado verla triste

Se sentaron frente al abogado y la rubia le explicó todo lo que su esposa le había contado que sucedió y el hombre escuchaba atento el relato.

Ls: quiero que juzguen a esos hijos de perra por el asesinato de un inocente, intento de secuestro y agrescion a mi esposa

Ag: mayormente la pena por causar la pérdida de un bebé a una mujer embarazada es una condena de dos a cinco años o una multa de cinco mil y en este caso no creo que la familia del chico no tenga para pagarla

𝙴𝚜𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊 𝚍𝚎 𝚓𝚒𝚗𝚎𝚝𝚎𝚜 [Jenlisa & Chaesoo]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora