Red Dragon 🐉 Shinichirō Sano

🐉 18. Oscuridad

[Diciembre 30]

La casa estaba decorada por el cumpleaños del pequeño Botan y, a pesar de que sólo estaba presente su familia paterna y materna y su niñera, había recibido una gran cantidad de regalos como todos los años, su mayoría de parte de los delincuentes y ex-delincuentes que seguían a su madre y, sobre todo, a su padre.

Todos le cantaron el feliz cumpleaños al pequeño, y luego él sopló la vela tras pedir su deseo; todos aplaudieron. Tn se acercó a su hijo, tomó su rostro y besó su frente.

– Feliz cumpleaños, cielo.

– Gracias, mamá –rió.

Mikey pasó dos dedos por la crema del pastel y manchó con ella el rostro de su sobrino; él pequeño rió. Emma reía, filmando todo.

[Más tarde]

La hora de dormir llegó. El pequeño Botan se preparó y se metió en la cama, estaba agotado y feliz por el día que había tenido. Tn entró a la habitación de su hijo, se acercó a él, y se sentó en el borde de la cama.

– Fue un lindo día, ¿No?

– ¡Sip! –asintió, sonriente.

– ...Tengo un regalo más para ti, Botan.

– ¿Uh?

La castaña llevó las manos a su nuca, tomó el broche del collar que siempre llevaba, y lo desabrochó para quitárselo; lo enseñó a su hijo, de quienes sus pequeños ojos verdes brillaron.

– El collar de mamá.

– ¿Te conté la historia de este collar?

El niño negó con la cabeza.

– Sólo dijiste que te lo dio papá.

– Sí –sonrió.– Fue en 1993, durante la transición de verano a otoño. Shinichirō me citó a la terraza de la escuela tras las clases y...confesó sus sentimientos por mí.

– ¿Comenzaron a salir?

– No –rió.– Lo rechacé porque no me sentía lista, tenía otros objetivos. Pero de todos modos me dio este collar, dijo que un día lo vio y le recordó a mí, pensó que podría gustarme, y lo compró...Fue un momento lindo, e íntimo entre ambos.

– ¿Amabas a papá en ese entonces, mamá?

– ...Lo quería mucho. En ese entonces sólo éramos amigos, pero él y su carisma realmente se ganaron mi corazón.

– Carisma...

– Sí –sonrió.– Botan...tú eres el hijo de Sano Shinichirō. Eres especial como él, carismático como él, y serás una gran e increíble persona como él, un chico al que todos admirarán y respetarán por lo dulce y amable que es –miró el dije.– Este collar es especial para mí, es un tesoro que me dio tu padre, y por eso...quiero que lo tengas tú, Botan –lo miró.

– ¿Yo?

– Sí, cielo.

Tn extendió sus brazos hacia su hijo, pasando los lados del collar a los lados de su cuello, y lo abrochó detrás; tomó su rostro y depositó un dulce beso en su frente, para luego soltarlo. Botan, con sus mejillas sonrojadas, tomó el dije collar que ahora colgaba de su cuello para observarlo con ojos brillantes, y esbozó una enorme sonrisa; levantó la cabeza, para ver a su madre.

– ¡Gracias, mamá!

– Cuídalo bien, ¿Si?

– ¡Sí! –asintió.– ¡Lo cuidaré mucho, lo prometo!