Capítulo 27.

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Un suspiro cansado salió de sus labios, cuando abrió los ojos sentía que todo a su alrededor daba vueltas. Se encontró dentro de un auto en movimiento, él estaba en la parte trasera de los asientos y para su sorpresa, su madre iba a su lado.

Ella estaba a su lado con un brazo extendido sosteniendo su cabeza. —Estarás bien, haremos que te revisen. —explicó al ver el rostro confundido de su hijo.

Pero apenas reaccionó recordando lo que había sucedido, intentó sentarse correctamente pero sintió un tirón en su espalda que le impidió hacer algún otro movimiento y empezó a preocuparse.

—Llévame a un hospital... —susurró Yuta con voz ronca, jadeando ante el dolor, su cabeza también parecía que explotaría pronto.

Llevó su mano hasta la zona donde su madre presionaba con un abrigo. Su cabeza sangraba.

—¿Qué haces aquí? ¿También te confabulaste con él? —preguntó alejando la mano de su madre, sospecha, no hay nadie en quien confiar.

—Te repondrás, no creo que sea una lesión grave en tu cabeza.

—¡Te estoy preguntando! —gritó cabreado

—Yuta, compórtate. Pronto llegaremos con el médico.

Un nuevo dolor en su vientre le invadió impidiendo que pudiese decirle algo más.

No.

Miró hacia el exterior recordando que el hotel queda a las afueras de la ciudad, no están cerca de algún hospital, están a horas.

—Mi bebé... —murmuró Yuta con el corazón muy acelerado y miró a su madre a su lado—. ¿Estará bien? Porque no me siento bien.

Su madre cambió su semblante a uno más serio, con una mirada furiosa.

—No puedes tenerlo, Yuta. Todavía estás a tiempo.

—¿A tiempo? —resopló Yuta, incrédulo por las palabras de su madre, quien se supone aunque ella no esté de acuerdo, debería ayudarlo de algún modo. Ella puede no querer a su bebé, pero Yuta sí.

—No nacerá, Yuta. Que quede bien claro, no tendrás a ese feto.

—¿Por qué eres así? ¡Es tu nieto! ¡Es mi hijo y a mi me importa!

—¿Y con quién te vinculaste? —reprochó su madre—. Mientras sea de un Lee, no es nada mío —espetó la mujer acomodándose en su lugar.

—¡Podría pasarle algo! Por favor, solo esto te pido, ayúdame. No quiero que le pase nada, ¡me caí por las escaleras! —intentó rogarle pero ella parecía endurecer más el corazón, Yuta no comprendía como una mujer así era su madre.

El silencio se extendió.

Buscó alternativas. No podía lanzarse del auto, expondría su vida si intentaba aquella locura, el chófer seguiría las órdenes de su madre por lo que sería inútil discutir.

Él todavía no se movía, temiendo a que el dolor volviera, siente leves punzadas en su vientre. Tiene miedo. Pudo haber pensando que tener un bebé podría ser complicado, y a pesar de lo que ha estado viviendo, Yuta no le cortaría las alas a ese pequeño ser que está dentro de él. Es verdad que imaginar todas las cosas que podrían pasar después de tenerlo, lo asustaba, sabe que sería una gran responsabilidad, pero él lo quiere. Quiere tenerlo.

Estaremos bien. —murmuró para sí mismo, buscaba darse fuerzas para calmarse, acomodándose después en el asiento.

Su cabeza palpita fuertemente, no recuerda muy bien la caída, puede que el mayor golpe se lo llevó en la cabeza. Recuerda que trató de aferrarse a algo mientras caía en medio de la desesperación por no lastimarse demasiado, su espalda duele.

Razones Ocultas ⋮ TaeYuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora