-𝐋𝐨𝐬 𝐢𝐧𝐟𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐜𝐚𝐝𝐨𝐬-
Si hay algo que me agobiaba de estas dos estaciones en Pueblo Pelícano eran los pedidos de sus habitantes, es decir, te pedían algo concreto, algo que justamente era muy escaso en mis cofres y tenía que darlo como en dos días o así. ¿Tantas prisas hay en este pueblo? Sí siempre los veo de paseando por el pueblo, no será tan importante entonces.
Frustrada me dejé caer hacía atrás en el porche mientras sacaba todas las notas que cogí hoy en la mañana, era unas cuantas y ninguna me da ganas de hacerla. Me dediqué a echarlas un ojo más detenidamente para ver cuál sería las mejores para hacer hoy, en resumen, cuáles eran las más fáciles.
—Demetrius quiere una sandía, George un pimiento para su rodilla... Espera, ¡¿por qué querría un pimiento para su rodilla?! —me llevé las manos a la cabeza—. Sigamos... Leah frutos de los que se recolectan, Haley un topacio y... —me reincorporé al instante— Jodi quiere una anchoa para su comida.
«Mierda, no puedo hacerlo... Vamos, es que su hijo que es mi predestinado seguramente ya estará en celo, por ende, si me acercó lo más seguro es que me fallé el cuerpo entero, vaya al hospital, él al oler mi aroma se abalance sobre mí y todo sea un día nefasto. Pero la misión está bastante bien pagada para una granjera humilde como yo y... ¡¿Como es que es para hoy?! ¡Ni dos días me dieron ya!», pensé agobiándome.
Decidí pensar con raciocinio, porque alguien cuando está en celo suele dormir mucho para no sufrir el dolor todo el día y mayoritariamente el dolor aumenta por las tardes y noches, así que si fuese por la mitad del día todo estaría en paz... Reí nerviosa.
—¿Sí, no...?
Me empecé a convencer a mí misma que tenía toda la razón del mundo y justo en el momento en el que entrase Sam estaría durmiendo, mejor dicho, en su quinto sueño, y no sabría de mi existencia en ese lugar hasta que se levantase en la noche y oliese mi aroma en la casa. Porque, aunque casi ni fuese existente para los demás, el es Sam y está en cela, en esos periodos de tiempo hueles todo por veinte.
Me senté en el porche como acostumbraba a hacer cuando necesitaba pensar bien las cosas para organizarme, esperaría unos pocos días para la sandía de Demetrius, En el camino a la casa de Jodi para lavarle la anchoa estaría pendiente de ver los frutos que necesito recolectar para Leah y por la tarde pediría tiempo a George para el pimiento.
—¡Bien, manos a la obra! —hice un gesto animado moviendo los puños, pero enseguida dudé de mis misma.
Me volví a sentir con cara de pocos amigos, enfadada conmigo misma.
"Vamos _____ no puedes dudar de tus propias decisiones, eres demasiado indecisa y eso no puede ser", pensé.
Sin pensar más las cosas me levanté animada del porche y entre a la casa. Me arreglé el aspecto, me hice una coleta alta con dos finos mechones cayendo por mi frente, unas botas bajas de cuero, una blusa verde con estampado de flores blancas, una falda marrón de algodón y un colgante con la figura de una flor.
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-𝐏𝐞𝐫𝐥𝐚 𝐎𝐜𝐞𝐚́𝐧𝐢𝐜𝐚- (Sam/Stardew Valley)
FanficUna joven reemplaza su vida en Ciudad Zuzu por una nueva en Pueblo Pelícano, gracias a una de las últimas reliquias que le dejo su abuelo antes de fallecer. Ella no tenía nada previsto en su mente cuando fue, pero sin planearlo encuentra la perla en...