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Lee Felix había visto varios videos para conocer a su nuevo paciente antes de ir a su lugar de entrenamiento. No era que no sabía su nombre o el porqué era conocido entre sus colegas, pero quería poder estudiar cómo era siendo boxeador.

Había aceptado aquel trabajo luego de que Park, otro fisioterapeuta que trabajaba con él y que había sido su mentor para muchas cosas al ser mayor, le había rogado de que fuera él. Era de público conocimiento que Christopher era de los pacientes más complicados que te podía tocar, no solo por lo agresivo que era dentro y fuera del ring sino también por lo difícil que era cumplir sus expectativas. Cuando se comunicó con su entrenador personal para acordar fecha y hora, este le había pedido que sea cuidadoso con su trabajo si era que no quería lograr enojarlo, algo que podía ser extremadamente peligroso de parte del famoso boxeador. Desde el momento en que Park le había pedido aquel favor, Felix había dudado si era una buena idea. Duda que tomó más relevancia luego de la llamada con aquel entrenador. Pero necesitaba el dinero que le habían ofrecido, el cual no era para nada poco, y no podía darse el lujo de rechazar esa suma de dinero.

-Con permiso - habló entrando en aquel gimnasio privado que usaba el equipo de aquel boxeador, una parte de él esperando ver lo que presenció apenas abrió la puerta, pero de todas formas sorprendiéndose. 

Frente a la entrada había un ring donde estaba aquel hombre enorme y musculoso con el que debía trabajar. Debía medir por lo menos 15 centímetros más que él y era mucho más ancho de lo que se podía apreciar en la televisión y videos. Su cabello negro estaba pegado a su frente debido al sudor, el cual hacía brillar su cuerpo, el cual estaba expuesto a excepción de unos shorts negros que apretaban sus también musculosas piernas.

Lo más impactante no era su físico, sino que Felix pudo apreciar cómo Christopher golpeaba en la mandíbula a un hombre que tenía una protección en su cabeza para evitar lastimarse, pero que era casi imposible que eso no sucediera por la fuerza inhumana de aquel puño. El hombre con el que el boxeador estaba entrenando cayó de espaldas al piso, completamente aturdido por el golpe y llevó una mano para tocar donde había sido golpeado. El cual fue un grave error ya que bajó la guardia del siguiente golpe, estando Christopher encima de él, inmovilizándolo y levantando su brazo para darle un tercer ataque pero se subieron otros hombres al ring a tiempo para pararlo.

-¡Era libre, pero eso no quiere decir matarlo! - gritó un señor de unos 50 años que estaba fuera del cuadrilátero, quien tenía anteojos y una tabla con papeles.

Christopher lo ignoró, sacudiéndose las manos de dos hombres que lo habían detenido para que dejara al pobre hombre en paz, quien seguía en el piso siendo asistido por un joven. Pasó por entre las cuerdas y fue cuando levantó su mirada que notó a Felix, quien se había quedado quieto en el lugar al presenciar aquella escena.

-Creo que he dejado claro que no quería a nadie aquí cuando estoy entrenando - dijo con una voz grave y ligeramente ronca sin dirigirse a nadie en particular, pero el señor con anteojos se dio vuelta para averiguar a qué se refería. Al ver su ambo, rápidamente supo que era el fisioterapeuta y se apresuró a detener a Christopher, quien había quedado a escasos centímetros del joven.

-Bang, éste es tu nuevo fisioterapeuta - le explicó al boxeador, quien en ningún momento apartó la mirada de Felix, quien se apartó unos pocos centímetros para poder hacer una referencia y no chocar con el gran cuerpo de Christopher, quien cuando se había acercado a él había quedado a una demasiada corta distancia.

-Yo ya tengo un fisioterapeuta - discutió Christopher, finalmente viendo a los ojos a su entrenador personal.

-Recuerda que luego que golpearas su cabeza contra la camilla renunció - habló una voz aterciopelada detrás de Felix, quien había quedado inmovilizado del miedo al escuchar eso. ¿Le había hecho eso a su anterior fisioterapeuta?

-Era un inútil - fue la única respuesta de Christopher, quien comenzó a caminar hacia el costado-. Sígueme - le ordenó a Felix, quien se irguió rápidamente para seguirlo, dando un rápido vistazo hacia la dirección donde provenía aquella voz.

En la pared donde estaba la puerta se encontraba apoyado un hombre de aproximadamente la misma edad que Christopher. No era tan ancho como él, pero se podía admirar su fuerte cuerpo que dejaba ver su musculosa y pantalones cortos. Su cabello era castaño y su rostro era sumamente atractivo, lo cual se acentuó más al lanzarle una sonrisa torcida a Felix mientras lo veía caminar detrás de Christopher, algo que obligó a Felix a tragar saliva y desviar la mirada.

El cuarto donde haría su trabajo era pequeño, con una camilla en el medio de la sala y unos casilleros. Christopher le dio la espalda a Felix mientras se dirigía a la camilla, quien pudo admirar los músculos del más alto. Su porcentaje de grasa era bastante bajo, pudiendo ver cada uno de los diferentes músculos que conforman la espalda del hombre. Se quedó con su short y se acostó boca arriba en la camilla sin omitir palabra.

-¿Tienes algún dolor en particular? - preguntó Felix dejando su bolso en una esquina, sacando la crema que usaba para hacer masajes que ayudaba para el dolor muscular.

-No, haz algo general - volvió a ordenar el boxeador mientras cerraba los ojos.

Felix se acercó al enorme cuerpo en la camilla, comenzando por los hombros y pectorales. No era la primera vez que le hacía masajes a alguien así de fuerte, por lo que se centró en hacer su trabajo. A medida que iba ayudando a relajar los músculos y trabajando en algunas contracturas que se encontraba en el camino, iba notando como el cuerpo de Christopher se iba relajando más y más bajo sus manos.

Mientras trabajaba en el muslo izquierdo del hombre, desvió la mirada hacia el rostro del hombre, notando lo atractivo que era cuando estaba relajado. Tal vez se distrajo demasiado, ya que sintió algo extrañamente duro en su mano y, al bajar la mirada, notó que había tocado el bulto sorprendentemente duro del boxeador.

-¿Qué mierda haces? - preguntó Christopher sentándose rápidamente y a pesar de estar sentado, era más alto que Felix quien estaba parado.

-Perdón - dijo rápidamente Felix, recordando las palabras del extraño sobre el anterior fisioterapeuta y sintiendo de golpe miedo invadiendo todos sus sentidos. No pudo controlar sentir lágrimas en los ojos y Christopher rió fríamente.

-¿En serio estás llorando? - preguntó retóricamente sin poder creer lo que estaba viendo, viendo con una ceja levantada al menor quien estaba viendo al piso preparándose para cualquier reacción, incluso un golpe-. Sigue.

Volvió a acostarse en la camilla y Felix se apresuró en volver a su trabajo con mucha más concentración, deseando terminar lo antes posible así podía dejar de estar cerca de aquel hombre tan intimidante.

Una vez terminó, se alejó para poder guardar la crema y se colocó el bolso en el hombro mientras Christopher se estiraba, emitiendo un sonido de su garganta de aprobación mientras lo miraba de arriba a abajo con aquella mirada oscura.

-¿Cuál fue el acuerdo que tuvieron con mi entrenador? - preguntó el más alto sin apartar su vista del pequeño cuerpo de Felix, quien se movía incómodo queriendo escapar de ahí mientras maldecía a su superior por haberle pedido que tome su lugar y a él mismo por haber aceptado.

-Todavía no es oficial, pero en principio habíamos acordado lunes a sábados, y antes y después de tus peleas - respondió rápidamente y Christopher asintió.

-Puedes irte - habló y no pasó ni un segundo que Felix comenzó a caminar lejos del hombre, quien miró intrigado al rubio literalmente escapando de él.

-Lo espantaste - dijo Minho apoyándose en el marco del pequeño cuarto una vez Felix había salido, quien no se detuvo a mirar atrás en ningún momento.

-Tú empezaste cuando contaste aquello - le recriminó mientras sonreía vilmente.

-No es mi culpa que después de tantos golpes tengas problemas de memoria - bromeó el otro boxeador, esquivando la toalla que le había lanzado Christopher mientras caminaba hacia él-. Apuesto a que ese chico solo durará una semana.

-Eso sería mucho - afirmó Christopher pasando por su lado, chocando con fuerza su hombro al pasar por la puerta.

jinx » chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora