Capítulo 18

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24 de diciembre

Hoy es el gran día, me levanté temprano para orar e ir a la cafetería a acomodar todo, hoy no  hay clientes, mis compañeros y yo organizamos un almuerzo especial en este día para compartir juntos, también invitamos a Ronald, él ya no trabaja aquí, pero nos ayudó por muchos años como mesero y le tenemos un gran cariño. 

George y Ronald me ayudaban a acomodar una mesa plegable y las sillas, además, poníamos unos hermosos arreglos navideños en la mesa, mientras que Natasha y Emily preparaban el almuerzo en la cocina, Anna y Will fueron por unos refrescos.

Al tiempo después, ya todos estábamos sentados para comenzar a almorzar, hicimos una oración agradeciendo a Dios por los alimentos y por la bendición del trabajo que nos ha dado durante todos estos años desde que mi abuelo William fundó esta cafetería hace 65 años.

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Nosotros disfrutábamos de nuestro almuerzo, más que compañeros, somos como una familia, ya que hemos trabajado juntos por mucho tiempo, reíamos y platicábamos. 

—La ensalada de papa con mayonesa les quedó muy bien, chicas— Les decía George con una sonrisa. 

—Sí, la carne también les quedó perfecta, jamás podría esperar menos de ustedes— Agregó Ronald.

—Es totalmente cierto, chicas, ustedes son las mejores— Mencioné con una sonrisa.

—Gracias, amigos, lo hicimos con mucho amor y cariño para ustedes— Replicó Emily

—Y esperen a que vean el postre, les va a encantar mucho— Decía Natasha mientras se levantaba de la mesa junto con Emily para ir por el postre. 

Mientras ellas iban a la cocina, nosotros recogíamos los platos y vasos de la mesa para darle campo a la bandeja de los postres. 

Pero, en ese instante, algo llamó nuestra atención. 

Un auto negro se parqueó frente a la cafetería, Will y George se miraron asombrados. 

—No puede ser— Dijo Will en voz baja.

—Acaso es...— Decía George sin dejar de mirar a Will. 

—Sí, así es, George, no sé cómo llegó hasta aquí— Replicó Will con preocupación. 

Un joven con un elegante traje negro y lentes oscuros se bajó del auto y entró rápidamente a la cafetería. 

—¿Liam?— Decía George sin dejar de mirar al joven mientras este se quitaba los lentes oscuros. 

—¡George!, qué gusto me da verte, hermano, estaba preocupado por ti— Mencionó mientras abrazaba fuertemente a George. 

—Liam, también me da gusto verte, no sabes todo lo que pasó, yo...— 

—Lo sé, George— Interrumpió. 

—Lo sé todo, mamá Madeline me llamó aquella noche en que todo sucedió, lamento mucho que haya pasado esto, hermano, nuestro padre puede ser muy cruel a veces, pero esta vez se pasó de la línea contigo— Agregó. 

—Creo que... La culpa de haberle causado su enojo fue mía, yo no acepté casarme con Francela y pasó todo esto— Decía George apenado.

—¡No!, eso no es así, George, tú hiciste lo correcto, buscaste tu libertad, mírame a mí, sabes que hace años nuestro padre me obligó a casarme con Lisa, y mira cómo terminé, divorciado y solo, porque no había amor entre ella y yo, la única mujer que he amado se llamaba Kelly, mi novia de la adolescencia, la perdí el día que me casé con Lisa, y ahora solo sé que Kelly también se casó y vive feliz con su esposo y su pequeño hijo— Explicó con tristeza.

Estaré En Tus Brazos Esta Navidad (Novela Cristiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora