Al día siguiente
Estamos a un día de la actividad navideña de la Iglesia, la mañana estuvo llena de clientes, especialmente por la entrega de pedidos.
Ya en la tarde disminuyó un poco, por lo que cerramos para darnos un pequeño descanso, les di la tarde libre a mis compañeros, pero yo debía quedarme para preparar las galletas navideñas para la actividad.
George me dijo que él vendría en la tarde para ayudarme a decorar las galletas navideñas.
Como ya había hecho el cierre de caja de la cafetería, me senté en una mesa mientras leía mi Biblia con una taza de chocolate caliente, las galletas estaban horneándose y debía esperar una media hora para que estuvieran listas.
Estaba leyendo el evangelio de Juan 3:16, la razón por la que celebramos la Navidad del Señor.
Mientras leía, la campanita de la puerta principal sonó, señal de que alguien había entrado a la cafetería.
Giré mi vista y vi a una chica con lentes oscuros y su cabeza cubierta con una especie de bufanda, por un instante creí que era mi amiga Anna pero no fue así.
Me puse de pie rápidamente sin quitarle la mirada.
—Hola, bienvenida a la cafetería Golden Grain, ¿Qué deseas ordenar?— Pregunté con amabilidad mientras le mostraba el menú.
La chica me miró, lo tomó en sus manos y se quitó sus lentes oscuros, ahí supe de quién se trataba.
—Hola, te agradecería una taza de chocolate caliente con mini malvaviscos, por favor— Me respondió con una sonrisa.
Yo la miraba con bastante atención.
—Tú... Tú eres la señorita Francela Thompson, la famosa modelo que iba a casarse con...—
—Con George Walters, así es— Me interrumpió sin verse grosera. —Y tú debes ser Alyssa, la chica de quien George está enamorado, mis contactos te buscaron en secreto, y fue difícil ya que no eres una persona famosa, pero al final encontraron tu nombre en esta cafetería—
Yo tragué grueso, no sabía exactamente qué hacía ella aquí.
—Pero, no te preocupes, señorita Alyssa, yo no vine a hacerte daño, solo quería conocerte y saludarte en persona— Me decía con una sonrisa.
Para ser sincera, Francela Thompson no se veía como una chica mala, el Espíritu Santo me mostraba que en ella había bondad.
—Claro, señorita Francela, para mí es un gusto conocerla, por favor, tome asiento donde guste, traeré dos tazas de chocolate caliente y algo de repostería— Dije mientras caminaba a la cocina.
Francela se sentó cerca de la ventana, mientras miraba hacia la calle de la ciudad.
Llegué a la cocina y preparé las dos tazas de chocolate con mini malvaviscos y dos platos con pastel navideño con menta.
En ese instante, recordé las galletas que se estaban horneando y las saqué rápidamente, gracias a Dios no se habían quemado, pero sí las guardé para decorarlas más tarde.
Tomé la bandeja y me dirigí nuevamente hacia donde estaba Francela.
—Su pedido está listo, señorita Francela— Dije mirándola con una sonrisa.
Ella miraba la bandeja con mucha ilusión.
—Todo se ve tan apeteciblemente delicioso... Hace muchos años no comía repostería— Decía mirando la bandeja con nostalgia.
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Estaré En Tus Brazos Esta Navidad (Novela Cristiana)
Roman pour AdolescentsNavidad, tiempo de unión en familia, amigos y en pareja. Alyssa Graham es la pequeña excepción a la unión en pareja, ella es una chica cristiana que trabaja en una cafetería en el centro de la ciudad de Nueva York llamada Golden Grain, siempre comp...