51. qué es lo que quieres?

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-Él ya está más calmado- dijo Willy poniendo el cabello desarreglado detrás de la cabeza de fargan. El mayor tomó su mano impidiendo más caricias apresuradas -Voy a hablar con él, esto está mal.

-¿Yo fui un error?- preguntaba -Fargan, ¿por qué me besaste si fui un error?- algo de sudor aparecía en el rostro del oficial.

-No eres un error, yo soy el error, soy el que cometió muchos errores, Willy, tú eres grandioso, una gran persona pero yo; estoy enamorado de Alex, y eso no quiere decir que quiero ser su pareja ahora porque es mucho menor que yo, pero no, no puedo usarte, aunque estoy tentado y haya caído hace un rato.

El corazón de Willy no sentía mucho, no sentía rechazo porque ya lo sabía, pero aún así un sentimiento extraño se aproximaba a su mente cuando lo escuchó decir, no era sólo odio o sentimiento de venganza, era decepcion, o tal vez celos, no sabía, no tenía fuerzas al pensar, suspiró forzando una sonrisa -Está al otro lado de la habitación.

-Gracias, muchas gracias- le abrazó con fuerza sujetado a su espalda y aferrado a su cabeza.

Fargan se alejó dejandolo ir dolorosamente, el mayor salió de la habitación dando la vuelta a la casa, abrió esa puerta de invitados encontrándose con el chiquillo postrado en la cama con la cabeza entumecida -Alex! Quiero hablar contigo.

Alexby tenía las sábanas cubriendo su delgado cuerpo abrió los ojos como platos, torciendo el músculo de su espalda y tallando sus ojos que sobre ellos yacían manchas rojas por las excesivas lágrimas que había estado gastando esa última media hora. Con la garganta tosca y una respiración débil trató de enfocar sus ojos a la atención del mayor castaño tras la puerta -No estoy muy bien ahora que digamos.

-Sí, ah, sí, pero quiero, quiero hablar y arreglar- titubeaba con su alfa saliendo de su interior, su instinto tenía tantas ganas de comerse al menor ante la cama que era imposible no captarlo con tan solo sus pupilas dilatadas -Eh, perdoname.

"Ten un poco de autocontrol" se dijo a sí mismo forzando sus manos -Perdón, uhm- alexby no era estúpido, sabía a qué cosa miraba principalmente, es una de las razones por las cuales se le hacía imposible el hecho de que fargan estuviera interesado en su persona que en su propio físico, se sentía usado incluso cuando confesó amarlo.

-No te preocupes, eres un alfa después de todo, pero aunque quisiera no me siento bien- las mejillas enrojecieron en bomba haciendo que aquel mayor tartamudeara como a la vez comenzaba a balbucear -No, no, no vengo a hablar de sexo o hacer cosas pervertidas.

Una sonrisita traviesa salió de los labios de alex, que aunque riera se seguía viendo vacío -Bueno pues, te escucho- fargan tomó una bocanada de aire completa, su espalda se sentía fría -Yo y Willy, nos besamos solo porque me sentía solo, ¿sí? Yo y él no somos nada.

-¿Por qué me dices esto?- alzó una de sus cejas.

-Pensé que tenías derecho a saber, eres mi mejor amigo y también me gustas así que...- era confuso, se sentía como un adolescente y le ganaba por años a aquel chico, ¿era normal estar enamorado con la diferencia de sus edades? -Aprecio la sinceridad, fargan, puedo admitir que yo también te amo.

-¿¡En serio?! ¿Y por qué no...por qué no somos novios?- Alex giró su cabeza alejando pequeños sentones del lugar donde el oficial se había sentado en el colchón hundiendo las sábanas, se sentía algo incómodo -Tienes 25 años y te quedaste tan triste que decidiste prácticamente besarte con un amigo mío, ¿sí haces eso ahora qué me asegura que cuando tengamos discusiones decidas vengarte besando a alguno de mis otros amigos?

-¡Porque me tomo en serio las relaciones!

-Aprecio mucho, el hecho de tenerte como mi mejor amigo, yo no sé si pueda aceptar dejarte ir después de un noviazgo- no quería ver sus ojos, ni siquiera se le permitía, Alex estaba cabizbajo sujetando las mantas con tanta fuerza que parecía querer golpear algo, algunas gotas de sudor cubrieron su rostro y ante el deseo de querer irse alexby le detuvo.

-Pero no te vayas ahora, puedes dormir conmigo, solo dormir- sus manos se encontraron, fargan entró bajo las sábanas, su brazo fue soltado por Alex; aquel azabache se volteó dándole la espalda y principalmente estar al borde de la pared de la habitación donde sujetaba la cama, dejó un espacio enorme en el colchón, aunque fargan quería abrazarlo, no había indicio de que Alex quisiera.

Peor, su instinto guiaba sentimientos repulsivos y feroces, se sentía como un animal perdido viendo como el cuerpo delgado de Alex retorcerse buscando una posición cómoda, aquel pijama daba tanto para imaginar, no entendía porqué estaba pensando en acercarse, ni tampoco quería pensar, lentamente alexby había quedado dormido. Fargan acariciaba su cintura con delicadeza besando parte del cuello bajo su nuca sujetando los pequeños pelos negros que caían por la piel dando visible la parte que quería besar.

Tenía tantas ganas de morderlo allí mismo y dejarle marcado, tenía ganas de domarlo o masticarlo, sus dedos le producían escalofríos al cuerpo contrario que aún no despertaba, cuando sentía el impulso de tocarlo era como una ráfaga, de un momento a otro se detuvo dando vuelta a su espalda incluso con una erección entre su bóxer "Claro, fargan, si rubius viola a un chico menor que él por años es normal pero si tú acosas a un menor está bien? Muérete" se dijo a sí mismo cerrando los ojos forzadamente.

(...)

Rubius podía escuchar su propia respiración, escuchar sus propios latidos y sus uñas rasgar la pared de la celda, en sus labios caían gotitas pequeñas de sangre, algunos de los compañeros habían decidido golpearlo, de todas formas se sentía vacío, como si le faltaba algo, la verdad es que compartir un vínculo con un Omega no siempre era un sueño, quackity estaba deprimido.

Estaba roto, estaba triste e ido, sentía tanto dolor, rubius podía saberlo porque compartía esos momentos, podía saber cuándo quackity lloraba o sufría, cuando estaba feliz o cuando se sentía enamorado, una parte de sí aún se arrepentía, aunque no con tanta fuerza como el querer vengarse con ganas -Deberías dejar que te golpeen.

Dijo uno de los hombres en la habitación leyendo una revista claramente porno, con chicas postradas en telas pocas o desnudas -No les daré ese placer, no por ahora- responde escupiendo a un lado de sus zapatos, una sonrisa se marcó en su rostro.

ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora