‹ 12 : 𝖢𝗈𝗇𝖿𝖾𝗌𝗌𝗂𝗈𝗇𝗌 ›

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Jeongin acomodo su cámara para que quede colgando en su cuello, y camino hacia el patio de Hyunjin

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Jeongin acomodo su cámara para que quede colgando en su cuello, y camino hacia el patio de Hyunjin. Ya era las ocho en punto, y como el chico había pedido hoy, se encontraba yendo a su patio.

Todo el día se quedó pensando que será esa sorpresa que tanto quería darle Hyunjin. Si bien, la noticia lo tomo desprevenido, una pizca de alegría y curioso se creo dentro de él.

Desde que los dos se habían vuelto cercanos, Hyunjin se volvio muy atento a él, algo que amaba el castaño.

El hecho de no solo sentir amistad por Hyunjin siempre andaba por su cabeza, sabía que realmente estaba enamorado de su vecino, solo que no se animaba a confesarse.

Esperaba algún futuro dejar ese miedo de lado y lograr decirle todo lo que siente en la cara al pelinegro, mientras tanto, tenía su hermosa amistad.

Camino por el lado izquierdo de la casa, encontrándose el patio unos pasos después, parando unos segundos su caminar. ¿Lo que estaba viendo era de verdad?

En medio del verde pasto descansaba una tela de color rojo con blanco, arriba de esta se podían observar diferentes dulces como : frituras, algunos caramelos, barras de chocolate, y los que más amaba Jeongin, ositos de goma.

Su boca se abrió levemente sorprendido, formando una sonrisa. Miro buscando los ojos que habían preparado todo eso, y los encontró, parado a un lado del picnic, sonriendo nervioso.

—¿H-hyunjin?

Jeongin buscaba una respuesta a todo eso, pero solo recibió una risa nerviosa por parte del alto.

—Bueno... Jeongin, está es la pequeña sorpresa que te quería dar—murmuro algo avergonzado, mirando el picnic a su lado—Se que no es mucho, pero mi creatividad no es la mejor, además de que no sirvo para dar sor-

Su voz es interrumpida al sentir un cuerpo estampado sobre el suyo. Jeongin había corrido para abrazarlo, escondiendo su rostro entre su pecho. Hyunjin miro sorprendido a la nada, pero sonrió, envolviendo sus brazos en la cintura del castaño.

—¿En serio hiciste todo esto por mi?

El pelinegro miro hacia abajo, encontrándose con los ojos brillosos de Jeongin—Claro, todo para ti.

—... ¿Por qué?—murmuro confuso sin separarse del alto—¿Por qué te esforzarte en hacer todo esto por mi?

—Porque... —suspiro, alejándose unos segundos de Jeongin, quedando cara a cara—Yo- ...—miro el suelo, y susurro un "tu puedes Hyunjin" una vez más, y preparado, levanto su mirada decidido—Me gustas, Jeongin, me gustas mucho.

El castaño quedó perplejo, sin poder soltar ninguna palabra de su boca. ¿En verdad Hyunjin había dicho que le gustaba?

—Desde que te empecé a ver en la escuela y cada que salíamos de nuestras casas me interesante. Y aunque al principio solo era curiosidad por saber quién eras, con el tiempo me di cuenta y decidí esperar estos meses para que tú no pienses que quería ir rápido, pero en verdad desde que comenzamos a ser amigos me enamore de ti—hablo tan rápido por los nervios que ni el se entendía, pero aún así aprovecho ese momento en decirle todo, porque ya no había marcha atrás—Lo admito, pensé que solo me llamabas la atención por ser muy bonito, pero a medida que te fui conociendo me di cuenta que no solo me gustabas por ser un lindo chico, me gustas tú, tú personalidad y cada parte de ti. ¡Dios Jeongin me gustas y mucho!

De pronto, es interrumpido por unos labios estampados con los suyos, sorprendiendoló en su lugar. ¡Jeongin lo están besando!

Todos los sentimientos se acumularon en ese mismo instante, pero decidió ignorarlos y cerrar sus ojos, disfrutando los suaves labios del castaño contra los suyos, comenzando a moverlos junto a los de él.

—No sabía cómo decirlo—murmuro el pelinegro entre el beso, recibiendo pequeños besos cortos en sus labios—Tenia miedo de que tú no sientas lo mismo, en perderte.

Jeongin rio separándose del alto, quedando aún cerca del otro—¿Si te digo que desde el primer momento en que te vi me gustaste te reconforta?

Hyunjin soltó una carcajada sorprendido, volviendo a besar los dulces labios que tanto quiso probar, disfrutando ese preciso momento.

Pero antes de siquiera cerrar sus ojos, Jeongin se separa—Necesito hacer algo antes—corrio hacia atrás, llevando su cámara a su ojos, y enfocando al pelinegro junto al picnic, escuchando su risa.

—¿En serio sacarás una fotografías en este momento tan importante? Dios Jeongin me estoy confesando hacia ti.

—Oye, quiero guardar este recuerdo en una foto, además de que en mis logros—murmuro sonriendo, sacando una foto rápida del lugar, para luego correr hacia Hyunjin—Prosigue.

Hyunjin volvió a reír, abrazándolo y pensando en que hizo para merecerlo.

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𝗣𝗛𝗢𝗧𝗢𝗚𝗥𝗔𝗣𝗛𝗦 - 𝗛𝘆𝘂𝗻𝗜𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora