1_Eres un dulce, Samuel García Domínguez

416 20 15
                                    

P.O.V. SAMUEL

Nunca me voy a casar. ¿Cuál es el punto? "Samuel García Domínguez, el solterón". No suena tan mal. Claro, llega un momento en que sientes el impulso. Supéralo. Las endorfinas desaparecen. Tarde o temprano la gente que amas te decepciona.

Estoy aquí en mi viejo automóvil frente al motel Camelot con mi cámara. Esperando la gran fotografía que la cliente quiere mientras estudio para un examen de geografía que tendré en 6 horas. Ah, no, 5 horas.

Ahora, ustedes pensarán ¿por qué un adolescente de 16 años está esperando para tomarle una fotografía a un hombre con crisis de la mediana edad que está en un motel de mala muerte con su amante de 25 años? Linda historia, se las voy a contar...

El sonido ensordecedor de los motores de muchas motocicletas me saca de mis poco optimistas pensamientos. Varias motocicletas aparecen y rodean mi vehículo. El líder de estos animales es Nano quien me hace señas que baje el vidrio de mi ventana. Lo hago y lo miro sin mostrarle ni la más mínima expresión en mi rostro.

-Tú y yo tenemos asuntos que arreglar-dice Nano González tratando de parecer amenazante.

¿Cómo terminé rodeado de pandilleros a esta hora de la noche? Para eso debemos retroceder 20 horas hacia atrás...

********

20 HORAS ANTES

Hoy comienza mi penúltimo año en este infierno dantesco llamado Las Encinas. Si vienes aquí eres hijo de un millonario o un becado como yo. Este es un lugar donde no existe la clase media. Salgo de mi viejo automóvil el cual contrasta con el de otros estudiantes. Algunos bajan de ellos y los coches se retiran dado que son familias que suelen tener choferes.

Camino hacia la entrada y veo que hay mucha gente reunida allí. Algunos me miran con mala cara, pero ya estoy acostumbrado a eso. Me acerco a ver qué es lo que causa tanto alboroto. Todos rodean el mástil que está frente a la entrada del colegio.

Cuando me acerco veo que todos se ríen y sacan sus teléfonos parapara filmar algo.

-Fueron los pandilleros-dijo un muchacho por allí.

- ¿Y si lo ayudamos? -dijo una chica.

- ¿Estás loca? Yo no me opondré a Nano y sus amigos en contra-dijo otro.

Cuando me acerqué lo suficiente vi a qué se referían. En el mástil había un chico pegado a él con cintas de embalar de color gris brillante. Estaba en ropa interior y por su rostro de notaba que había estado llorando y que estaba muy avergonzado. Había una chica con el uniforme del colegio que trataba de quitar la cinta, pero parecía estar pegada con demasiada fuerza para eso.

Todos los demás se reían y lo filmaban en lugar de ayudarlo. La chica se veía desesperada por soltar al muchacho.

Sé perfectamente que ninguno lo ayudará. Así son aquí. Saco mi navaja de bolsillo y algunos se alejan de mí.

-Puto loco-me dice alguien, pero lo ignoro. Subo al mástil y me pongo cortar las cintas.

-No hay nada que ver aquí-les digo a todos-sigan su camino.

Todos me miran mal pero nuevamente los ignoro y terminan marchándose. La chica que había estado tratando de ayudar a este muchacho me mira con gratitud en el rostro.

-Gracias por ayudar a mi hermano-me dijo-mi nombre es Nadia y él es Omar.

-Soy Samuel-les digo con sarcasmo-bienvenidos a Las Encinas.

********

La profesora de literatura hablaba cosas poco interesantes sobre un libro de Truman Capote, pero yo estaba casi dormido en mi asiento sin prestarle mucha atención.

Samuel García, detectiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora