9_Los Hijos de la Luna

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P. O. V. SAMUEL

Conduzco mi auto y salgo dela prisión. Conduzco por la carretera de vuelta a casa, pero no puedo dejar de llorar por lo que Abel Romano me acaba de decir. Claro, a esa posibilidad ya la había considerado, pero me negaba a aceptar. Después de la muerte de Marina yo había perdido todo, excepto a papá. Y ahora resulta que puede ser que papá no se mi papá.

Continúo conduciendo y las lágrimas siguen saliendo cayendo por mis mejillas.

Benjamín Blanco es tu padre. Enfréntalo Samuel. ¿Lo sabrá papá? ¿Por eso persiguió a Ventura Nunier, el mejor amigo de Benjamín?

¿Esto significa que Ari es mi...?

Detengo el auto a un costado de la carretera para vomitar.

Cuando logro componerme un poco vuelvo a conducir. Trato de tranquilizarme y pensar todo esto con un poco más de frialdad.

Recuerdo las fotografías que mías que recibió mamá, las que aparece la mira de un arma alrededor mío. ¿De esa forma se vengó Benjamín de mi padre, su antiguo rival? Si es así, lo destruiré. No me importa de quien sea padre.

Cuando llego a casa busco las fotografías que recibió mi madre. Debo encontrar alguna pista en ellas para descubrir quien amenazó a mi madre.

Observo detenidamente una de estas fotografías. Reconozco el edificio que aparece detrás mío. Estaba en ese lugar solo porque mi madre insistió en que viera a un psicólogo después de la muerte de Marina. Cada jueves durante seis semanas iba a verlo desde las 4 pm hasta las 5 pm. ¿Qué jueves fue en el que me sacaron esta fotografía?

De pronto, algo llama mi atención. Detrás de mi aparecía un gran cartel con el lema "Semana del Libro". Bien, entonces esta fotografía fue tomada el jueves de la semana del libro.

Una rápida consulta en internet me dice que la semana del libro fue la primera semana de febrero. Bien, ya sé que jueves fue.

Al día siguiente me dirijo al edificio en donde yo iba al psicólogo. Voy con mi cámara para así hacerme una mejor idea desde donde se pudo tomar esta fotografía. Pruebo en varios sitios, pero el ángulo no coincide. Pruebo en una cafetería que tiene un pequeño balcón con algunas mesas. Pido un café y tomo mi cámara para buscar el ángulo perfecto. Afortunadamente, desde la mesa en la que estoy sentado el ángulo coincide perfectamente. Quien amenazó mi vida para intimidar a mamá se sentó en esta mesa, en esta cafetería.

Después de pagar la camarera me da un recibo por mi consumo. Algo curioso es que el ticket tiene impreso fecha y hora. Bien, eso puedo utilizarlo.

Me dirijo hasta la camarera que me atendió.

-Disculpa-le digo-¿Guardan copias de los recibos? Necesito ver el recibo de alguien que se sentó en esta misma mesa el primer jueves de febrero.

Claro, ella debe pensar que estoy loco como su expresión facial me dice. Pero no dejaré que eso me detenga.

-Alguien me amenazó con matarme-le digo y saco la fotografía para que ella la viera.

Su expresión de burla cambia por una de horror.

-Por dios-dijo.

-La fotografía la tomaron desde esa mesa-le digo-entre las 5 pm y las 5:15 pm aproximadamente. Necesito saber quién lo hizo. Si tiene una copia del recibo podría tener una pista.

Quizás sea demasiado honesto con lo que le digo, pero es la única forma en que conseguiré que me ayude, tal vez.

Y funcionó. Me dio el ticket. Me dijo que en este horario no hay muchos clientes y que este el único recibo que tenía en ese lapso de tiempo. El recibo tiene una firma porque se pagó con tarjeta de crédito. Grave error amigo, debiste pagar con efectivo.

Samuel García, detectiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora