5_Confiar o no confiar, esa es la cuestión

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Estaban en un modesto restaurante ubicado al costado de la carretera que unía Toledo con Madrid. No era el tipo de lugares que Carla solía frecuentar y eso volvía la experiencia más interesante, aunque no podía decir que le agradara demasiado. Pero tenían hambre y eso era más fuerte que la dignidad. Habían pasado todo el fin de semana de fiesta en Toledo donde se inauguraría un club que Valerio había sugerido que fueran a conocer.

Valerio había escuchado de este nuevo club y propuso que todos fueran el fin de semana completo. La mayor parte del grupo no había ido. Polo tenía que asistir a un evento de la revista de sus madres y Carla agradecía eso porque así se evitaba sus indirectas sobre volver a estar juntos. Lu tampoco pudo venir y Carla no la extrañó porque pensaba que si hubiera venido ahora la estarían escuchando quejarse del lugar en el que estaban cenando. O si Isadora hubiera traído a su novio...

Al lado de Carla estaba Valerio quien comía como si no hubiese hecho en mucho tiempo. Básicamente aspiraba la comida. Afortunadamente Isadora había comido rápido sino Valerio se hubiese terminado su comida también.

Isadora regresó del baño y les habló.

-¿listos para volver a casa?-preguntó la muchacha Argentina.

-Si-dijo Carla y dejó dinero para pagar la cena de los tres-vámonos ya.

Cuando los tres salieron caminaron por el estacionamiento hasta llegar al automóvil de Isadora en el que habían ido hasta Toledo. Cuando llegaron se quedaron mudos y estáticos.

-¿Soy yo o el auto de mi madre desapareció?-preguntó Isadora con horror.

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Samuel estacionó su automóvil y miró a sus tres compañeros que parecían estar realmente cansados.

-Siempre te ayudaré-le dijo Samuel a Isadora-pero se hubieran ahorrado tiempo si Carla los hacía subirse a su escoba.

-Pelearía contigo-le dijo Carla al castaño-pero tengo demasiado sueño.

-Gracias por venir bebé-dijo Isadora y besó a su novio en los labios-nos salvaste. Fui tan estúpida de dejar las llaves adentro del auto.

Valerio y Carla se sentaron atrás y Samuel se puso en marcha de nuevo a Madrid. Afortunadamente llegarían una hora como mucho.

-No me molestaría salir con una chica que anda en bicicleta-bromeó Samuel.

-Pero si te molestará salir con una chica que esté encerrada en un internado religioso y estricto por castigo de sus padres-dijo ella con tristeza.

El resto del camino fueron mayoritariamente en silencio. Samuel notaba preocupada a Isadora. Si lo que ella decía que harían sus padres con ella era cierto la relación de ellos estaba terminada.

-¿Tan grave es la situación?-le preguntó él.

-Saqué el auto de mi madre sin su permiso-dijo ella- y ahora lo robaron por mi culpa y teniendo en cuenta mis faltas anteriores ellos no me dejaran pasar esto. Ahora mis padres están en Portugal por negocios pero cuando regresen en unos días se darán cuenta y será el fin.

Cuando Samuel llegó al vecindario en el que vivía Carla ella se bajó junto a Valerio.

-Muchas gracias Samu-dijo Valerio.

-¿Eso significa que ahora somos amigos?-le preguntó Carla a Samuel-¿te portarás lindo conmigo?

-Ponte frente al auto y lo averiguamos-le dijo Samuel sonriendo a lo que Carla le devolvió otra petulante sonrisa. Isadora los miró y volvió a sentir esa rara sensación que tenía cuando veía a Carla y su novio peleando.

Samuel García, detectiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora