Samuel García, detective

2_El conductor del autobús

Punto de vista Samuel

Le doy al cliente el pastel de chocolate que me pidió y mi mente vuelve a ensimismarse. El único tema que puedes dirigirse desde hace unos días. En mi defensa, todo Madrid está obsesionado con este tema.

Si un autobús escolar que viaja a 64 km por hora cae por un puente de 27 metros hacia un profundo río ¿Cuantos segundos tienen los 6 estudiantes, su maestra y el conductor para similar el hecho que van a morir? ¿Dos segundos llenos de alaridos, recuerdos y plegarias, quizás?

Guzmán entra a la cafetería y veo su cara de abatimiento. Se dirige rápidamente al mostrador en el que estoy.

Pero si alguna de las víctimas usó ese tiempo de caída al río para hacer un trato con Dios, solo una fue escuchada.

-¿Cómo sigue Nadia?-le pregunta a Guzmán.

-Igual-dijo mi amigo-inconsciente pero resistiendo.

Le digo a mis compañeros que tomaré mi descanso y me voy a una mesa con Guzmán.

Tal vez sea muy egocéntrico de nuestra parte, pero la única persona a la que conocíamos de todos los que iban en el autobús al caer era Nadia, la única a la que los rescatistas pudieron encontrar en estado de coma pero viva. Por último, Guzmán y yo eramos a quienes ella evitaba y por nosotros elegimos el autobús antes que la limusina en la que fueron los otros.

Aún cuando Nadia me odiara este último tiempo sin darme una explicación, es mi amiga y espero con todo mi corazón que se recupere.

Guzmán me observa y adivina el rumbo de mis pensamientos.

-Tienes que dejar de torturarte-dice mi amigo de ojos azules.

-No me estoy torturando-le respondo-solo experimento un grado adecuado de culpabilidad.

-No fue tu culpa-dice Guzmán.

-Si no fuera por mi-le digo a Guzmán-Nadia habría estado en la limusina con el resto. Estaría en casa y no necesitaría una máquina para respirar.

Veo que mi propia culpa se refleja también en la mirada de mi amigo.

-No eres al único al que ella evitaba-dijo Guzmán con la mirada baja.

-Quizas, pero el perder la beca de tu familia ante mí la golpe muy fuerte-le digo aunque cuando lo pienso, nada tiene sentido.

Nadia era competitiva pero no irracional. Terminar su amistad conmigo porque provisoriamente perdía ante mi suena sumamente exagerado. Sin contar que antes había terminado con Guzmán sin motivo aparente o lógico.

Definitivamente hay piezas que faltan en el rompecabezas.

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Papá se marcha temprano a la agencia mientras yo termino mi desayuno. La verdad es que extraño trabajar en Investigaciones García pero papá está decidido a que yo sea un adolescente lo más normal posible. Cree que ya viví demasiado peligro con Cruz Carvalho intentando matarme.

Estoy terminando mi desayuno con Pony recostado a mis pies. Siempre se apega a mi en las mañanas de clases porque sabe qie recién volveremos a vernos por la tarde.

En la televisión están hablando, otra vez, del accidente del autobús, el único de lo que se habla hace unos días. Pero no los juzgo. El accidente tampoco sale de mi memoria ni de la de loa otroa chicos de las Encinas a los que la policía interrogó en nuestra condición de testigos. En mi caso fue más sencillo ya que Nano y yo llegamos una vez todo ua había sucedido, a diferencia de los que iban en la limusina.

Ahora muestran una conferencia de prensa en la que el inspector Castañeda responde como puede las preguntas de loa voraces reporteros. Conozco a Castañeda desde que era un niño ya que era un policía que papá entrenaba cuando era inspector y quien claramente no tiene ningún talento para la investigación. Incluso fue el título que usaron lis Nunier para desviar la investigación del caso Marina Nunier. Castañeda solía disfrutar de la atención de los periodistas pero no cuando no sabía que repainder realmente y el caso del autobús tenía nerviosos y desorientados a todos, especialmente ahora que se acercan las elecciones para alcalde.