2. Una escala de grises

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Cuatro días después Jimin volvió a clases, y parecía una persona completamente diferente, parecía que la ropa lo llevaba a él, antes Jimin vibraba en colores, ahora era una sombra que caminaba a un costado del pasillo esperando no llamar la atención de nadie, pero fallando, cuando dos figuras que estaban en la puerta de su salón de clase lo interceptaron.

— ¿Cómo nos haces esto? — le dijo Hoseok en un tono desesperado mientras lo sujetaba de los hombros— Tu papá no nos decía nada, no nos dejó entrar a tu casa, dijo que luego nos hablarías, pero no respondías las llamadas ¿Qué pasó? — siguió reclamando y luego lo abrazó— Malnacido voy a arrancarte la cabeza

— Te vez como un zombi — dijo Dahyun, ella luciendo como una supermodelo— ¿A quien tenemos que matar Mimi?

— Si, ¿a quién tenemos que matar? Voy a clavarle un puto tenedor en el culo— Hoseok no había dejado de abrazarlo

— No quiero hablar de esto ahora— dice Jimin— Les contaré más tarde ¿está bien?

Ambos querían quejarse, pero no lo hicieron, se dieron cuenta de que había algo diferente. Así que, en silencio, lo dejaron, no sin antes dejarle muy en claro que estarían esperando al final de las clases.

Pasó horas sin escuchar en realidad todo lo que los profesores decían, y si, Jimin se los contó después mientras comían, no lloró, sentía los ojos secos, y ellos rogaron saber quien era, pero Jimin no dijo su nombre, sentía que todo se volvería muy real. Ellos bebieron un poco también, cantaron baladas lo suficientemente deprimentes y luego cada uno se fue a su casa. Y Jimin no pudo dormir pensando en el rostro enojado del alfa ese al que la luna lo fue a unir.

Al día siguiente Jimin, aún caminando como una sombra, se lo cruzó a lado del estacionamiento, pasaron uno al lado del otro como un par de extraños, al menos eso hizo Min, pero Jimin se quedó quieto y respiró casi ahogado porque dolió como el primer día, y nuevamente estaba su vientre punzando y sus piernas temblando y había alguien que le estaba hablando, pero no le importaba, quiso irse, pero una enorme mano lo detuvo.

— Deberías pensarlo— le dijo— después de todo, alguien rechazado por su destinado no puede exigir tanto ¿no crees? — comentó burlón, era alto, delgado y para nada el gusto de Jimin — apuesto a que debes estar pasando por un celo reprimido completamente horrible, podría ayudarte con eso, haré que te sientas tranquilo — no estaba soltando su brazo y lo estaba halando hacia los autos

— ¿Quién eres tú? — logró preguntar después de unos pasos

— Eso no importa, soy un alfa, y es lo que necesitas ahora.

— No necesito a ningún alfa— se sacudió de su agarre y se alejó

— Ni siquiera tu destinado volteó a verte, te ignoró por completo ¿Qué defecto tan grande puedes tener? ¿Eres infértil? ¿Hueles a alguna enfermedad? Eres un perdedor, Min Yoongi ni siquiera es tan exigente

¿No lo es?

¿Entonces que estaba mal con Jimin?

El alfa desconocido se volvió a acercar a Jimin, y el omega recordó como todos lo veían con pena y burla el día en que Min Yoongi lo rechazó en público, entonces estaba llorando de nuevo.

Jodido llorón. Pensó para sí mismo. No tenía fuerzas ni ganas de discutir, y a él le encantaba tanto discutir...

El imbécil seguía insultándolo y haciéndolo sentir mal, entonces sucedió, se vio envuelto por el aroma a cocoa, era él, el malnacido desconsiderado que le había roto el corazón, estaba peleando con el bastardo desconocido, lo hizo caer y lo golpeó en el suelo, luego llegó un tumulto de gente y los llevaron a la oficina de los profesores para evaluar lo que pasó y lo que pasaría, pero también llevaron a Jimin, y lo sentaron en medio de los golpeados alfas que ya fueron tratados en la enfermería.

A lado de Min Yoongi, quién lo había defendido.

¿Me defendió? ¿Cuál es su problema? Maldito bipolar.

— Entonces ¿Quién quiere decirme que pasó? — preguntó el profesor que estaba frente a ellos, ninguno lo conocía

— Este idiota comenzó a golpearme de la nada, yo solo estaba hablando con este omega— dice el bastardo desconocido

— Eso no es verdad— dice Jimin de inmediato, aunque el bastardo lo está mirando mal— él me estaba insultando y me jaló al estacionamiento

— ¿Y por qué la reacción violenta? — el profesor se refirió a Yoongi— hubo muchas maneras para proceder en este caso

Todos los presentes se voltearon a escuchar su respuesta.

Jimin era el más interesado.

— Es mi destinado— dijo nada más mirando al suelo, con su voz calmada, con tonos que hicieron vibrar el pecho del omega — por eso

El rostro del profesor se ve muy sorprendido y hace una "o" con los labios, luego asiente y parece comprender. Le dice a Jimin que puede irse, y Jimin no lo hace. Se queda ahí esperando, una pequeña palabra, un algo... pero incluso mientras el profesor unía sus hojas personales para ponerlos como contacto de emergencia el uno del otro, Yoongi lo ignoró.

Pero las señales para Jimin eran ambiguas, el aroma del alfa era fuerte y envolvente, parecía llamarlo y Jimin respondía, pero ahí quedaba todo.

Lo siguió ignorando después, cuando todo acabó.

— Min Yoongi— Jimin le habló cuando salieron de la oficina, lo volvió a intentar, pero terminó de la misma manera, sin respuesta, y cada uno se fue a casa.

Jimin quería gritarle, quería maldecirlo ¿Qué estaba mal? ¿Por qué tenía que ser así? No sabía, y... acababa de decidir que no tenía por qué averiguarlo.

Le dolía, pero no quería vivir esperando a que a este alfa se le salga el palo que tenía atorado en el culo por algo que no era su culpa.

Que se joda y que se hunda solo, Jimin no le rogaría nada a nadie y no buscaba curar el mal del mundo, si Min Yoongi tenía problemas, que él los solucione, que lo arregle por su cuenta si ni siquiera quiere decirle "hola" y luego podría ir a buscarlo, entonces Jimin se haría del rogar para que vea lo que se siente, y probablemente luego le perdonaría todo y lo besaría.

Es que tiene ganas de besarlo, pero no tiene por qué saberlo, nadie tiene porque enterarse.

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A ver pero adiviiiiinen, ¿Por qué Yoongi rechazó rotundamente a Jimin?

Gracias por leer <3

Sí, me gustan las margaritas | YOONMIN omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora