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Nanana increíble se me acaba de ocurrir . . . . . . .
Una noche alegre de celebración, Dann murmurando cosas en una esquina mientras se bebe su copa, enojado por que todo mundo puede estar con su esposa menos él.
Todos andaban de metiches solo para saber por fin que genero iba a tener el bebé y también para asegurarse de que todo era verdad, aun no se lo creían. Lo cual es normal, no todos los días te imaginas a ese ogro criando niños, además de que ya se pudo comprobar de que no tiene paciencia, cuando una vez casi lanza a uno de sus sobrinos por una ventana.
La fiesta acabo algo tarde, dejando la sala de la casa llena de color rosado, Natalie se despedia con una pequeña sonrisa, algo desesperada por comenzar a limpiar ya el desorden, no soportaba más ver el piso lleno de ese spray pegajoso.
–Bueno que descansen, por cierto, no quieres ayuda con ese de allá– se refirió el castaño a la figura de un Albino con la cara pegada a la mesa.
–No te preocupes, ya ahora lo ayudó a subir.
–Mejor te ayudó de una vez, ya lo he visto una vez ebrio y no es agradable— terminó para volver a entrar a la casa y el brazo de su hermano en su hombro.
–Yo lo veo más a seguido, se como tratarlo.
–Igual un poco de ayuda no viene mal.
Después de que terminará de irse, por fin Natalie estaba dispuesta a poner manos a la obra y ordenar todo, pero se vio interrumpida por unos quejidos provenientes de la habitación. Subió a ver que pasaba y encontró a su marido vomitando, todo normal después de las dos botellas que se bebió solo.
Lo ayudó a acomodarse de nuevo y limpio el desastre de la habitación, ya se iba de nuevo para la sala cuando los quejidos la volvieron a llamar pidiendo que se quedará.
Se quitó los zapatos agotada, le dolía los pies de lo hinchados que los tenía, se cambió por algo más ligero para dormir y se sentó al lado para comenzar a acariciarle la cabeza con cariño, para ella en esos momentos, Dann era como su bebé adulto.
–No te vas a ir... Verdad.
–No.
–En serio me quieres
–Si
–Y que tal si se llama Emiliano.
–Es una niña, Dann.
–Entonces Emily.
–Me gusta, ahora duerme si?
–Mmph.
En la madrugada volvió a vomitar y en la mañana estaba muriendo de la resaca, pero él se lo buscó. Mientras sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento dejando sus sesos regados por ahí, su amada le contaba todas las estupideces que había dicho mientras seguía bajo los efectos del alcohol.
Que si la ropa era gay por que salía de un clóset, que si él era un marsupial o un euterio, unas palabras en francés que Natalie no entendió, hasta dio una clase de por qué las aves son dinosaurios. . . . . .
─ೋღ Actualidad ღೋ─
–Entonces mi nombre viene de una borrachera, esperaba que tuviera algo especial.
–Pues no cariño, aunque siempre ten en cuenta de que papá se pone creativo en ebriedad.
–No sé si sentirme orgullosa de eso.
–Morí por un trago, así que si tienes razones suficientes.
–Que...
–Dann que aún no le hemos contado.
–Ajá. . . . . . . . . . .
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Como dije arriba se me ocurrió de la nada xD . . .
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