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. . .
–Papi y como aplendiste a coshinar.
–Es... Una historia larga y aburrida.
–Pero quielo sabel.
–Bueno... Ocurrió hace mucho tiempo, demasiado la verdad.
–Cuanto.
—Creo que tenía tu edad, no recuerdo del todo.
. . . .
─ೋღ Unos añitos atrás 🤑ღೋ─
Todo estaba listo, la cocina en perfecta pulcritud, cuchillos afilados, sartenes precalentadas, vegetales frescos y lavados, carne de la mejor calidad preparada para ser picada; solo faltaba lo más importante...
—Mami, puedo aprender?
La mujer se exaltó un poco, al parecer era hereditario sorprenderla cuando estaba a punto de sumergirse en su mundo, ya su esposo lo había hecho varias veces, y su hijo más pequeño siempre se ponía llorar cuando comenzaba a picar algún ingrediente.
Ahora su otro hijo también demostraba esa mala costumbre, soltó una pequeña carcajada, su mano acarició el cabello blanquecino de su pequeño, le dirigió una mirada cómplice y siguió con lo suyo. El pequeño había entendido la mirada, y fue a bajar un delantal con algo de dificultad por su estatura.
—Odio ser pequeño.
—Ya creceras.
—Pues se tarda mucho.
—Ven, menos queja y más trabajo.
Con cuidado le enseño como picar un tomate, depués como volverlo salsa, solo tuvo que voltearse un momento a buscar la pasta para que las pequeñas manos hicieran sus travesuras.
–Mami eso es normal? Hay mucho fuego
—A ver, dame un permiso y le bajo un poco y... ¡AH!
Su susto grande al ver cómo la sartén donde se terminaba de hacer la salsa casera estaba en total llamas, volteó a ver la manitas del niño, en una tenía una pequeña quemadura que se estaba rascando y en la otra tenía un vaso con restos de un líquido.
Le quitó el vaso, y con solo una pequeña olfateada sabía que era, Brandi, de donde lo había sacado, vaya a saber Dios. Con ayuda de un pañuelo quitó el sartén y le hecho agua encima. Después se fue a atender la mano de su hijo. . . . . . .
–Y eso es todo.
—Oh, ¡asombroso! ¡Yo también quiero prender en llamas un sartén!
—No.
—Pero papi 🥺
—Pero nada, mejor hagamos galletas, no tiene nada que ver con incendiar cosas.
–¡Yei!
Y así pasaron toda la tarde haciendo galletitas variadas, sin hacer incendios por que nadie es pirómano acá. . . . . . . . . .
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JAJSJS, nombres que valen oro . . .
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