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Me acabo de dar cuenta que el cumpleaños de mi pan dulce paso sin pena ni gloria, bueno al menos publiqué a Bella castradora el día que era. Pero bueno ajá, no es suficiente. . . . . . . .
No hay nada que celebrar verdad? Claro que no, perfecto un rato más en la cama para todo el mundo.
Venga que más tarde obviamente se despiertan, unos pequeños piecitos andaban de un lado al otro tratando de recordar algo abrazada a sus peluches favoritos, pero como que no se le ocurría nada.
En la cocina estaban un par de tórtolos besuqueandose, mientras se hacía el desayuno; unos croissant de chocolate, café, y un tazón grande de cereal para la chiquilla inquieta.
Y como siempre después del desayuno la niña se iba a pasear por ahí con su abuelo, seguro a la feria de invierno o algo parecido. Natalie salió a pasear al perro que se supone es de su hija pero ajá, ella es quien cuida al canino.
Mientras en casa se quedaba Dann quien iba a comenzar una "misión importante", revisó cada rincón de la casa en busca de algo que obviamente no fuera normal, escondió todo calendario que se encontrará con esa fecha marcada, revisó que Natalie no se hubiera llevado dinero para comprar algo para la noche.
Cuando por fin terminó respiro aliviado y como no tenía nada que hacer y el frío estaba que mataba, preparó un chocolate caliente, tomó una de esas mascarillas que usa su esposa y cortó rodajas de pepino. Ahí estaba recostado en el sofá como una diva, obviamente tenía que conservar esa piel de bebé.
Hasta que su paz perfecta se vio interrumpida por una llamada, maldijo no haber apagado el celular, y conmuchísima pereza se levantó a responder al maldito que se atrevía a acabar con su momento de amor propio.
Era una llamada de un número x que ni conocía ni le interesaba conocer, así que le quitó el volumen al teléfono y se volvió a acostar. De nuevo este sonó interrumpiendo y ya sacándolo de sus casillas.
Con mucha rabia contesto si mirar quien era, al otro lado una obvia voz de mocosa que conocía sonaba intentado estar distorsionada para darle emoción al asunto.
–¿Qué pasó Emily? ¿Ahora por qué la voz distorsionada?
–Te dije que nos descubriría abuelito
–...
En esos momentos no estaba de humor para las bromitas de su chiquilla, se supone que ese día era especial para él estar en su mundo de tranquilidad absoluta. Estaba a punto de cortar cuando la voz de la niña volvió a hablar pudiendo que fuera al Palacio en la noche y que le avisara a su ama.
Sin muchas ganas de seguir con el juego dijo que si iría, corto de mala gana y de una vez se lanzó de nuevo al sillón, cerró los ojos y como el frío da sueño se durmió.