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. . . . Explicación rápida xD:
Si, si puedes tener un embarazo y no darte cuenta ni pija, ahora no me preguntes como es que la panza no crece, por que no se, supongo que el chamaco se queda enano. Lo más chistoso es que cuando están pariendo les dicen que es apendicitis 🤑👍
Ahora si, comencemos . . . . . . . . .
Oh sí, un día regular sin nada que destacar, claro, el dolor que hace que nuestra protagonista se revuelque en su cama obviamente no hay que destacarlo.
¿Qué tenía? Un dolor abdominal de los re cabrones, ¿Por qué? Vaya a saber Dios, y ahora que iba a hacer pues pedir una pastilla y rogar a que se le pase.
Y pues no, después de una hora no le pasaba y como sus gritos estaban algo fuertes y el chisme corre por los pasillos del Palacio, obvia iba a llegar a los oídos de nuestro otro protagonista. Quién mando a que viniera el doctor a hacer su magia de Doctor o yo que se.
Y como si de magia se tratase el pibe ya estaba ahí revisando a la pobre mujer que estaba pasando momentos de agonía pura. Al principio pensando en una posible apendicitis, hasta que otro síntoma puso sus sospechas en otro lugar.
–Perdone que le pregunte... Pero, usted ha tenido su período?
–OBVIAMENTE MALDICIÓN
–Y se ha sentido mareada alguna vez...
–NO JODER
—Pues...
–DÍGAME YA QUE MALDITA SEA TENGO, SIENTO QUE ME ESTOY MURIENDO.
–Tengo que darle dos noticias, una buena y la otra no se como se la tome.
—JODER HABLE RÁPIDO CON LA BUENA
–Felicidades... Esta embarazada.
–QUE
–Y la otra es que usted... Esta dando a luz en este momento, felicidades otra vez?
Y en ese momento todo se derrumbó dentro de suyo, tenía como cien preguntas en la cabeza, pero el dolor no la dejaba pensar bien, lo único que pasaba por su cabeza era que iba a castrar a su esposo, le valía si era una agresión directa al Rey, o lo mataba o lo mataba.
Mientras fuera de la habitación había mitad de los sirvientes y guardias oyendo chismesito, por que el chisme es lo primero, detrás de estos estaba la pareja de la muerta en vida oyendo todas las atrocidades que le haría según sus gritos.
Un leve escalofrío paso por su espalda, primero como que seis chamacos, no podía con los primeros 5 ahora menos con el sexto jajsjsn't, segundo sentía terror puro al pensar que su esposa lo destriparia lentamente mientras bebía su sangre.
Después de como 3 horas más los gritos agónicos cesaron y un llanto de mocoso se oía perfectamente. Nanana que increíble el milagro de la vida 🤑.
El chamaco estaba todo amarillo, que hermosa es la ictericia neonatal💖, además de que obviamente estaba más enano de lo normal, pero bueno ajá, no lo iban a regresar para que se estuviera el otro mes que le faltaba, como que es algo imposible.
El pobre hombre en modo pánico entró, tenía una jeringa con un calmante en una mano por si las cosas se ponían feas; ¿qué cuándo había aprendido a inyectar? El doctor le enseñó rápido para evitar que un país entero se quedará sin mandatario.
La paz que detonaba la habitación le asustó aún más, la conocía lo suficientemente para saber que toda esa paz podía ser una trampa y su verdadero demonio de la ira saldría.
Esperando ya el fin de su miserable existencia, se extraño de aún no tener un cuchillo en la yugular. Volteó a ver y se encontró con la misma que hace un rato lo amenazaba entre sus quejidos, entretenida observando al chiquillo que tenía en brazos.
Ahí supo que era... Un día más de vida. ¿Qué esperaban? Que dijera que era la mujer de su vida, no, sabía perfectamente que no habría romanticismo por un buen rato, por que seguro se le acercaba y lo mataba.
–No creas que te has salvado Luke, a la próxima si te castro con la cuchara oxidada que tengo guardada.
–Yo también te quiero mucho. . . . . . . . . .
–Entonces ¿Soy una apendicitis?
–Si...
–Waos.
–JAJSJSJSAJSJSJ– si ese es Hans ahogándose de la risa.
–No te rías Hans, tú también fuiste otra cosa... En este caso un cólico nefritico.