You deserve someone better.

Encantado de conocerte.

Holi. Esta va a ser la primera novela que escriba en serio, así que por favor, me gustaría que me ayudaseis un poquito. Con dejar comentarios, votar, o pasárselo a vuestras amigas, me vale, porfi, que no os cuesta nada. Es un fanfic sobre One Direction. Este primer capítulo es más de introducción, ya empezarán a ocurrir las cosas interesantes en otros. Pongo una foto de la protagonista, para que veais como es, ¿vale?  Muchas gracias, un besito. :)

Malibú, 3 de Agosto de 2011.

Me llamo Ashley Baker y tengo dieciocho años, aunque a veces no lo parezca. Trabajo de modelo para Victoria's secret y vivo con mi hermano mayor en una casa bastante grande en las playas de Malibú. Nuestros padres murieron hace unos años en un accidente de tráfico, y desde entonces, debemos valernos por nosotros mismos.

Como suelo hacer ahora que por fin tengo vacaciones, estoy en la playa con mis dos amigos de siempre, Alan y Emily. Alan es un chico alto y guapo al que le debo todo. Nuestra relación es muy especial, y creo que poca gente la entendería. Es el chico más dulce y amable que pueda haber. Y Emily, bueno, ella sí que es un poco rara. Es una chica pelirroja a la que le sobran unos pocos kilos y a la que tienes que conocer bien para cogerle cariño. Una vez que ha cogido confianza contigo, es imposible que pases cinco minutos sin reirte.

Hoy tenemos el día un poco vago y estamos tomando el sol. Como de costumbre, no paran de picarse. Al principio me parecía divertido, pero ahora ya me parece un poco cansado. Se pasan todo el día igual, metiéndose el uno con el otro como niños pequeños. 

-Ash, ¿quieres jugar al volleyball?-dice Emily tras darme con el balón en la cara.

-Claro.-digo guardando las gafas de sol en la bolsa. Llevo un bikini azul, y una camiseta blanca de Alan encima. Cojo la pelota y vamos hasta la pista, esperando que con esto se callen de una vez.

-¿Cómo hacemos los equipos?-pregunta Alan.

-Yo contra vosotros dos.

-Venga, ya, Emily, te ganaríamos.

-No estés tan seguro, Parker.-dice ella. Ya están otra vez con su pique tonto.

-¿Que no? Ya veremos.

.-Cállate y saca de una vez.-dice ella riéndose.

Alan saca con fuerza, y al coincidir con una racha de viento, la pelota sale volando.

-Ya voy yo.-digo. Cualquier cosa con dejar de oírles un rato. Salgo corriendo a por la pelota, que ha caído al lado de unos chicos. Están tumbados y llevan gafas de sol, así que para mi suerte, parece que no se han dado cuenta de la pelota. Me acerco para cogerla intentando no hacer ruido, pero no de ellos levanta la cabeza, se quita las gafas y abre un ojo lentamente. Tiene el pelo rizado, los ojos verdes y unos hoyuelos muy monos que le dan un toque diferente a su cara.

-¿Pasa algo?-después abre los dos de golpe y se me queda mirando con la boca abierta. ¿Qué pasa? Le da un golpe al chico de al lado para que se levante. Abre los ojos lentamente, después, los fija en mí. Sus ojos son negros como su pelo. Tiene pinta de árabe, y es muy atractivo. 

-Estábamos jugando al volleyball y se nos escapó la pelota. Perdón si os hemos molestado.-les digo. No entiendo porqué me miran así, y me asusta. 

-¿Al volleyball? A nosotros nos encanta jugar al volleybal, ¿verdad Zayn?-dice el de rizos sin dejar de mirarme.

-Sí, por supuesto. Nos encanta.-responde él.

-¿Queréis jugar con nosotros? Sólo somos tres, y estábamos teniendo problemas para hacer los equipos.-les digo sonriendo. Me alegra oír que les gusta jugar, tal vez así me pueda librar de oír las discusiones de Alan y Emily.