Beso con sabor a nostalgia.

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No puedo creerme que acabe de discutir con Harry. ¡Justo hoy le había dicho que le amaba! Sé que lo que hice con Louis no estuvo bien, pero no debería desconfiar tanto de mí. Las cosas han cambiado mucho desde entonces.

¿Qué voy a hacer ahora? No tengo casa, y empieza a refrescar. Será mejor que busque un hotel para pasar la noche. Comienzo a caminar por las calles de Londres. Siento un dolor extraño en el pecho, y pronto se me extiende hasta la garganta, ¿qué me pasa? Supongo que es angustia. No quiero perderle a él también, pero, como ya le he dicho, una relación no puede confiar si no hay confianza. Me paro en frente de un bar y tras pensármelo un poco, decido entrar. Cuando abro la puerta, todos los hombres que hay en el local se giran para mirarme, y yo camino hacia la barra fingiendo no darme cuenta. 

-¿Qué te pongo?-me dice la camarera sonriente. Parece que le gusta la idea de ver una chica de más o menos su edad en el local. Es rubia y lleva el pelo recogido en un moño alto. Tiene los ojos bastante separados y la nariz respingona.

-Absenta, por favor.-digo sentándome. No pinto nada en ese bar de cuarentones, y menos vestida como voy vestida.  La camarera me lo sirve y yo doy un buen trago.

-Mala noche, ¿eh?-me dice limpiando la barra. Esto me recuerda a las películas que veíamos los domingos Drew y yo.

-Mala noche.-Afirmo antes de volver a beber.

-Si necesitas hablar, estoy aquí.-me dice. Puedo notar que todos esos hombres de aspecto desesperado no me quitan la mirada de encima, y solo pensarlo me repugna. Saco el IPhone de mi bolso, las letras me bailan por la pantalla. Ya está haciendo efecto el absenta. Vuelvo a beber. La verdad es que a palo seco está asqueroso, pero me apetecía algo fuerte. 

Me termino el vaso y le pido a la chica que me lo rellene. Ella parece dudar, pero al final lo hace. Sigo bebiendo, hasta que ya no sé si me llamo Ashley o si soy una farola de la calle. Sin darme cuenta, o puede que dándome cuenta, llamo a Liam.

-¿Ashley? Son las tres de la mañana, ¿qué pasa?-me dice con su voz más ronca de lo normal.

-Ayúdame, Liam, por favor.-le digo. Estoy llorando, pero no sé desde cuando.

-¿Qué? ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?

-Ayúdame.-Es lo único que puedo decir.-Ayúdame.

-¿Estás borracha? Joder. ¿Dónde estás? Voy a buscarte.

-En un bar, no sé como se llama.-digo ahogándome entre mis lágrimas. La camarera me coge el móvil suavemente.

-Hola, soy la camarera. El bar se llama Rose & Crown, en el Paris Garden.-después me devuelve el teléfono, pero la llamada ya ha finalizado. 

Unos veinte minutos más tarde noto unas manos rodeándome y sacándome de aquel bar. Estoy muy mareada y no veo nada, solo oigo la voz de Liam y la de una chica. ¿Estoy sentada otra vez? No lo sé. Creo que me estoy riendo. Sí, no hay duda, me estoy riendo sin parar, pero ¿cómo es posible? También estoy llorando.

Algo me saca de mi mundo de alucinaciones, de repente me noto empapada y noto frío en la cabeza. Liam me ha tirado una botella de agua encima. Estoy bastante más despejada. Ahora reconozco a la chica, es Danielle.

-¿Estás bien, Ashley?

-No creo que pueda hablar todavía, Liam. La camarera me ha dicho que se ha bebido dos vasos cargados de absenta.

-Joder, no podemos dejarla aquí. ¿Dónde está Harry?-Cuando oigo el nombre de Harry empiezo a gritar descontroladamente. No puedo reprimirlos, esos gritos salen de mi garganta solos. 

You deserve someone better.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora