El castaño se miraba en su reflejo, con un suspiro, cambió su rostro cansado a una expresión encantadora.
Se suponía que le presentarían a Enid Sinclair, la omega del momento, ya que, contra todo pronóstico, luego de décadas sin que algo así ocurriera, la chica era una cambiaformas, cosa que llamó la atención de todo el mundo.
La familia de la omega buscaban al mejor alfa para su hija, del linaje más puro posible, con la esperanza que, al tener hijos, estos nazcan con los mejores genes, incluido el propio don de transformarse en un adorable lobito a voluntad, tal como esa tal Enid Sinclair podía hacer.
Y él era uno de los candidatos principales, familia de magnates, heredero de una fortuna, hijo único y perfecto, apodado el Golden Boy por todas sus cualidades.
Pero a Ajax Petropolus le importaba tres pepinos qué tan fabulosa pintaran a esa omega.
Porque esa desconocida no era quien él quería para su compromiso.
Aún, con esfuerzo, se arregló con ropa elegante, se acomodó el pelo hasta quedar perfecto, y se colocó una sonrisa rompecorazones en el rostro.
Luego de una última mirada en el espejo, se volteó para salir de su amplio dormitorio.
Su sonrisa no duró mucho al ver a un pelilargo parado en el umbral de la puerta, el beta lo miraba con súplica.
Había discutido con Xavier Thorpe en cuanto se enteró que le presentarían a una omega, exigiendo que se revelara contra sus padres, ya que no quería ese arreglo.
Lo habían discutido muchas veces. Ya que ambos debían tener que mantener su relación en secreto.
La familia Petropolus no dejaría que su linaje se perdiera si el último descendiente elegía a un beta; su familia no funcionaba así, ellos eran alfas y omegas, no había lugar para algo como Xavier.
Para el mundo, ellos eran amigos; pero a solas eran su propio mundo.
Y por esa razón el corazón de Ajax se destrozaba cada vez un poco más.
No habían hablado desde hacia unos días, cuando la señora Petropolus había aparecido en la casa de su hijo para darle la noticia de su compromiso.
Pero cada vez que se cruzaban, Xavier tenía esa misma expresión de "Por favor, no lo hagas" en el rostro.
Ajax suspiró, se acercó a él con paso tranquilo, hasta quedar a unos centímetros de su rostro.
—Por favor, no sigamos así —pidió el mayor, mirando a sus ojos, aunque éste tenía la vista en el suelo.
Xavier no contestó, y Ajax se desesperó un poco, tomándolo del rostro.
—Vax, mírame —exigió, pero no tuvo respuesta. Apretando los dientes con fuerza, sintió sus caninos siendo apretados y su voz salió de lo más profundo de su pecho—. Xavier, mírame.
El más bajo reaccionó automáticamente con la voz de alfa de Ajax, quien sintió cómo un balde de agua fría caía sobre él al ver los ojos del beta a punto de estallar en lágrimas.
Apoyando su frente en la Xavier, suspiró para calmarse.
El de cabello largo sintió un cosquilleo cuando el aliento de Ajax chocó contra sus labios.
—Lo siento, lo siento —se disculpó—, no te gusta que use mi voz de alfa, lo sé... Es que... Estoy demasiado estresado, Vax.
Xavier asintió.
—Por favor, di algo —pidió.
Thorpe tardó un momento en hablar.
—Ya sabes lo que diré —dijo, por lo bajo.

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Delta | Wenclair
RomansDonde Enid es la omega más deseada del momento y Merlina es una delta solitaria. Omegaverse: Merlina G!P Adaptación © Junchi95