Capítulo 8: "¿Por qué me haces esto, cariño?"

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Dedicado a Daniela Melgarejo, Nataly Amaya y Camila Perez.



Mayo 21 de 2014

Bogotá, Colombia.


Hoy es mi cumpleaños, ¿qué mejor manera de celebrarlo que teniendo en la primera hora de colegio el examen más importante de física?


Bueno, en realidad eso es una coincidencia muy... desagradable. Estoy en el bus repasando mis apuntes de física mientras recuerdo cómo me despertaron mis padres.


Fue algo burdo, mi madre me movió el hombro, algo afanada, y cuando fruncí el ceño, claramente molesta, me dijo "Feliz cumpleaños mi amor" junto a mi papá. Siempre me ha molestado que me despierten, porque dormir es lo que mejor sé hacer y lo que más me gusta.


Me levanté y me di una ducha. Cuando ya estaba lista me senté en el comedor y había una pequeña torta. Qué tiernos.


Me pidieron que soplara la vela luego de pedir mentalmente un deseo.


"Mi existencia sólo trae desgracias, deseo morir." me dije mentalmente y soplé las velas.


Ellos nunca se enterarán de ese deseo.



Cuando camino, luego del examen de física donde creo que me fue bien, algunas personas me felicitan por mi cumpleaños y yo sólo les sonrío, algo incómoda, mientras les doy las gracias. No es que sea la más popular allí. Pero me sorprende que tantas personas sepan mi nombre o que cumplo años hoy.


Mi tocaya, me da una pequeña caja, que contiene mi regalo. Se lo agradezco y siento ganas de llorar. Es el primer regalo que me da algún amigo, o conocido a parte de mi familia.


La abro y adentro se encuentra un reloj de los juegos del hambre. De hecho, es el que aparece en una parte del libro. Dejo escapar un grito de emoción y la abrazo. Es un regalo muy significativo para mi, pues gracias a ella entré al mundo de la lectura, aunque fuera con esa trilogía.


Al llegar a mi casa me encuentro con que mi madre me tiene preparada mi comida favorita: spaguetti a la bolognesa.


Luego de comer, me echo en mi cama mientras reviso los mensajes de cumpleaños que hay en mi biografía de Facebook. Si pusiera la opción de que no aparezca mi cumpleaños, nadie se acordaría, probablemente.


Me lavo los dientes y me voy a la cama. Como siempre he dicho: cumplir años es muy normal, es un día cualquiera, no es pasa nada especial. Tal vez es el único día donde los demás nos hacen sentir únicos, especiales, queridos, pero ese no es mi caso. Empezando porque mi padre no llegó a casa para cenar. Y lo había prometido.



Junio de 2014


Todos andan con la fiebre del mundial de fútbol. No soy fanática de este deporte, pero en definitiva apoyo a mi país. Es divertido, porque nunca me ha gustado vivir aquí, pero cuando se trata de algo a nivel internacional, me sale lo patriota.

La princesa de las donasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora