Capítulo 6: El brujo mago
**Byakuya**
La puesta de sol me permite ver cómo los últimos rayos terminan extinguiéndose más allá del horizonte desde donde puede alcanzarme la vista asomado en la ventana de mi pequeña caseta con olor a madera fresca, similar al aroma de toda la naturaleza que me rodea, con árboles frondosos sobre mi tejado a modo proteccionista y una hilera de arbustos pequeños a la altura de la valla que rodea el pequeño perímetro de mi modesto y camuflado hogar.
Un suave roce en mi pecho seguido de un pequeño espasmo ajeno me hace bajar la mirada deteniéndola en una diminuta mano, agarrada fuertemente a mi yukata, obligándome a balancear levemente mis brazos mientras susurro con voz grave una suave melodía, paseando por la casa sin dejar de observar lo más preciado que tengo en este momento.
-Déjame cantarte una canción de cuna, mientras cierras tus ojos...- sonrío al ver una boquita que se abre bostezando antes de sentir el roce de su pequeña nariz contra mi pecho una vez más. – y cuando te hayas dormido...espero que los sueñes que encuentres, sean brillantes...- beso los cortos mechones rojos de una cabecita, rozando mis labios suavemente contra sus orejitas peludas, de forma triangular, que se estremecen ante mi contacto, viendo como su cola animal, peluda y rojiza, deja de balancearse al mismo ritmo que su corazón se relaja y escucho su respiración profunda protegido entre mis brazos.
-Duerme mi pequeño...- me acerco a una cuna de madera que construí no hace mucho y deposito a mi bebé, de apenas 18 meses, totalmente dormido boca arriba, con sus puñitos cerrados a ambos lados de su rostro infantil, con sus mejillas sonrojadas y rasgadas como signo de su procedencia sobrenatural, igual que sus orejas y cola animal. Tan idéntico a ese zorro que me traicionó...pero al mismo tiempo tan dolorosamente parecido a su padre....
Me quedo observándole durante largo tiempo, velando su sueño, con mi mano apoyada sobre su abdomen, notando cómo inspira y expira tranquilo, interrumpido por algún gemidito que hace de vez en cuando y después sonríe entre sueños haciéndome abrir los ojos conmovido. Bendita inocencia...espero que esté soñando cosas bonitas como siempre le deseo. Todo lo mejor para mi hijo.
-Es una preciosidad de zorrito...- me estremezco de pies a cabeza al darme cuenta de la presencia de un extraño al otro lado de la cuna, frente a mí, observando con una sonrisa amable a mi hijo pese a ir cubierto con una túnica y capucha blanca. Trago saliva al mismo tiempo que invoco en mi mano algo de mi energía blanca, intentando no alterarme para no poner en peligro a mi hijo viendo como el extraño suspira y alza sus manos con calma. ¿Cómo no me he dado cuenta de su presencia antes? ¿por dónde ha entrado? Tengo amuletos esparcidos por varios kilómetros a la redonda de mi hogar ¿entonces...?
-Tus amuletos de magia negra no sirven contra un mago blanco- el desconocido se aparta la capucha para que pueda ver el rostro de un hombre de largo cabello blanco, con unos ojos castaños muy expresivos, seguidos de esa sonrisa nada amenazante que me hace bajar la guardia un poco. Su aura es pura...tan blanca como la mía....
-Es un placer conocer al único Kuchiki mago- veo cómo alza su mano hacia mí por encima de la cuna en son de paz. –Soy Ukitake Jushiro. No he venido a haceros daño, Byakuya...-
-Entonces ¿Qué quiere de mí otro brujo blanco? - veo como entrecierra sus ojos haciéndome maldecir. –Has debido tomarte muchas molestias para acercarte a mí-
-No ha sido nada fácil encontrarte, pero menos mal que lo he hecho. Tu vida no siempre será segura aquí, Byakuya. Ni la tuya, ni la de tu bebé- me estremezco mirando a mi hijo y Ukitake también mira en mi misma dirección.
-Es suyo ¿verdad? Del zorro demoníaco-
-No sé de qué me estás hablando, te pido que te va...-
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"MALDITOS"
FanfictionSueño tu boca cada anochecer. Recuerdo cada aliento, cada suspiro, cada sílaba susurrada de manera candente y cantarina. Tus labios destilando amargura, traición. El nacimiento de una maldición. Oscuras noches, lúgubres luces, cánticos de adoración...