Varios días después.
Gracias a dios Lena le había aceptado a Copito, pero ahora el problema de Kara era otro: la competencia. Una competencia, porque Lena parecía apegarse más a esa Sam cada día, entonces Kara lo había decidido, usaría toda la artillería, jugaría sucio.
Esa mañana se vistió de forma provocativa para Lena y se fue a trabajar de esa manera.
Cuando llegó al trabajo para su desdicha estaba Sam allí, pero su suerte cambiaría, cuando evidentemente los ojos de Sam se habían ido hacia su vestimenta.
—Maldita Danvers—La oyó decir.
Una sonrisa apareció en los labios de la rubia.—Buenos días Samantha, hace un hermoso día hoy.
—Mis cojones, vienes a provocar a Lena, que sepas que ella no es tan simplona—dijo Sam falsamente ofendida, pero por dentro se regocijaba de alegría al ver que la rubia realmente se tomaba en serio a su rival.
—No te sientas mal, incluso con esta ropa te verías horrible Samantita, ya vas a ver como te quitaré a Lena—sonrió Kara con malicia.
—Eres el diablo—le dijo Sam.
—Es la idea—sonrió la rubia, que estaba completamente vestida de rojo.—Y este diablo va a tentar a Lena— se echó a reír.
—Oh no, no vas a entrar primero que yo bastarda—Sam caminaba a su lado, cada una más rápido que la otra.
Al entrar se trabaron en la puerta y Kara suspiró—A ver estúpida déjame pasar, debo ver a mi mujer.
—No es tu mujer— dijo Sam tratando de entrar.
Kara la agarró del cuello y ambas comenzaron a pelearse como idiotas en la mismísima entrada.
—Ejem, buenos días señoras—dijo Lena mirándolas parpadeando.
Ambas mujeres se soltaron en menos de lo que cantaba un gallo y le sonrieron a Lena dejándola pasar. Luego Kara entró rápidamente burlándose de Sam y siguió a Lena hasta su oficina.
—Lena buenos días. ¿Dormiste bien?
—Lena no la miraba—Sí, Kara.
—Ah eso me alegra— cerró la puerta de la oficina de Lena antes de que Sam las pudiera alcanzar.—¿Te agrada Copito?
Lena seguía sin mirarla, sólo fijaba los ojos en sus papeles.—Sí, gracias, el es muy tierno.—dijo seriamente.
—¿Por qué no me miras?
—Porque no tengo tiempo para lo que sea que intentes hacer Kara—suspiró Lena.
Kara sonrió divertida.—¿Tienes miedo de que mirarme signifique el fin de tu resolución de no acercarte a mi?
—Para nada, dime ¿Crees que follarme será romper mi resolución?—Lena era la que sonreía ahora.
—No he dicho eso— Kara le acarició la mejilla suavemente mientras se apoyaba en su mesa—¿Quieres ver si la lencería combina con mi ropa?
—No, Kara—Lena se apartó de su toque y Kara rodeó su escritorio y la haló con brusquedad moderada.—Kara déjame en paz.
—¿Hace cuanto no sientes mi toque Lena?
—El mismo tiempo que tú no sientes el mío.—gruñó tratando de safarse.
—Me parece demasiado tiempo Lena— La boca de Kara se movía hacia ella acercándose más.
—K-Kara dájema en paz—Lena estaba temblando.
—No, mírate, mira cuanto me deseas Lena, deja de huir de lo inevitable—susurró con una voz aterciopelada, era la voz de un demonio que se hacía pasar por un ángel.
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Kissing Killing Loving
FanfictionLena Kieran Luthor es extremadamente inteligente y es una detective de renombre, no quiere parejas, duda realmente que alguien pueda satisfacerla como es debido tanto en lo intelectual, lo sexual y lo emocional. Su trabajo muchas veces representa el...