Revelaciones.

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Habían pasado varios días desde los últimos acontecimientos, Kara sabía que debía hablar con Lucifer, si Lena se lo había dicho definitivamente sería por algo y ella había sido muy insistente con ello.

La rubia se despertó y miró a su lado, Lena estaba allí, tan hermosa y angelical. Le depositó un suave beso en la mejilla y sonrió como estúpida.

Lena abrió un ojito—¿Con quién ando tratando hoy? —sonrió.

—Con Kara Danvers, la mujer que te ama más que a nada—le besó la nariz con ternura—Y con la tramposa de Red, que hará lo que sea por ti porque en la guerra y en el amor todo se vale.

Lena la abrazó y aspiró su aroma—Esta vez dijiste la verdad, no me has dañado.

—Por supuesto que no, primero me corto las manos.—el calor de Lena era maravilloso—Amor mío, me encantaría quedarme aquí, pero siendo que no me dejas tocarme sería una tortura, además tengo que hablar con Lucifer.

—Sí, él tiene cosas importantes que decirte, y no debería ser por mi por quien te enteres.

—Está bien, no voy a cuestionar eso ni nada.

Kara se levantó después de que Lena le diera un suave beso en los labios y miró la cama con su pelinegra desparramada de forma lánguida sobre ella—Ay no quiero irme.

—Tienes que ir—Lena se rió bajito—¿Cuando regreses vemos películas? Por cierto, perdóname, yo me fui de mi apartamento y Copito...lo dejé solo—lágrimas se vislumbraron en sus ojos verdes y cuando Kara observó la tristeza en ellos su corazón se estrujó.

—Hey, dudo que él esté mal ¿Averiguaré si?

Lena asintió y luego vio a la rubia irse.

Kara bajó al sótano y de pronto ya no era la Kara amable y sonriente, sus ojos se iluminaron con malicia al ver a Harley, ella pretendía seguir de largo, pero no iba a dejar cabos sueltos.

Fue a una habitación pequeña donde guardaba varios cuchillos, herramientas y demás.—Ah, hogar dulce hogar—Red sonrió tomando aire en sus pulmones y tomó uno. Luego a paso lento caminó hasta la celda de Harley. La mujer supo que su hora había llegado.

—Hey ¿Ya viniste a matarme?

—Exacto corazón, enviaste a Ivy a por Lena ¿Lo recuerdas? También a por mí—hizo una pausa colocándose unos guantes—Me haz hecho la vida cuadritos durante mucho tiempo y es hora de que yo deje esta vida atrás y cuide de Lena como debo, pero definitivamente mientras tú estés viva siempre serás una amenaza.—Red estaba eufórica, ahora sólo tenía en mente cuidar de Lena y eso era maravilloso, era un sentimiento nuevo y profundo—Estoy feliz ¿Sabes Harley?—Abrió la celda—Ya camino perfectamente, y recuerdo casi todo.

—No tienes que matarme, aún puedo servirte bien.—la mujer no se veía afectada por la muerte acercándose a ella. Porque eso era Kara, la muerte misma.

—¿Cómo puedes servirme Harley?

—¿Quieres saber algo?

Kara se sentó frente a ella—A ver dime, corazón, intenta convencerme.

—Yo no puedo oponerme a tu palabra.

—¿Qué?

—Tú no eres una persona normal y yo tampoco, pero nunca me ordenaste nada, yo no puedo oponerme a tus órdenes, ve y habla con él.

—¿Él?

—Sí, con Lucifer, él te va a decir lo que has ignorado desde que naciste.—Los ojos de Harley se iluminaron—Yo no soy más que un peón en el tablero ¿Tú? Tú eres la Reina.

Kissing Killing LovingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora