Kissing Killing Loving

El fin y el inicio.

Lo que Lucifer le había susurrado a Eliza en el oído la descolocó por completo.

Jeremiah es nada más y nada menos que el mismo hombre que abusó de Kara, junto con Alura, él no era normal, así que tomó otra forma, todo estaba diseñado para que Kara se perdiera en esta vida y Lena no pudiese estar con ella, así que ese hombre intentó acercarse a ustedes, pero lo detuve desde el inicio y lo encerré en un hoyo bajo tierra. Él animó a Kara en sus inicios haciéndose pasar por Jeremiah, el verdadero Jeremiah murió, él lo mató.

Eliza respiró hondo.

—Llévame con ese maldito hijo de puta, lo mataré con mis propias manos.

Lucifer asintió muy despacio, era algo que debía hacerse, y sabía que él mismo no podía matarlo o Eliza jamás se lo perdonaría.

El hombre sintió una punzada de dolor en su cabeza y su nariz sangró unos segundos, se cayó de rodillas sin poderlo evitar.

Está hurgando mi cerebro ¿Por qué hurgas mi cerebro?—Preguntó en su mente, más bien lo pensaba pero estaba seguro de que lo oirían.

No obtuvo respuesta, pero la presencia abandonó su cabeza, ya había encontrado lo que necesitaba. No le quedó más remedio que salir de allí con Eliza y llevarla con el hombre mientras esa mujer tomaba lo que necesitaba de él y se iba a lograr su cometido.

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Al día siguiente.

Lena se estaba vistiendo, Kara dormía plácidamente pero en cuanto sintió el movimiento en la habitación suspiró levantándose.—¿A donde vas amor? Vuelve a la cama—la jaló y besó su mejilla.

—Debo ir a ver a alguien cielo—respondió Lena, tenía una mirada peligrosa en su rostro. Kara salió de debajo de las sábanas totalmente desnuda y se paró delante de ella.

—¿A quién vas a ver? Puedo saber que esa persona te da asco, te desagrada ¿Quién es?

—Es tu madre Alura, sé donde está e iré a matarla ahora mismo—los ojos verdes lucían enfocados—No intentes detenerme por favor.

—No lo haré, pero iré contigo—dijo Kara y comenzó a vestirse. Lena por su lado miraba su trasero descaradamente y sonreía.—Te siento mirar mi culo amor.

—¿Y? Ese culo es mío ¿No? Puedo mirarlo.

—Así es, pero me tientas y tendré que hacerte el amor si me miras mucho—bromeó con el mismo descaro que su mujer y de manera mágica el humor de Lena mejoró.

Ambas se rieron y luego se besaron ya vestidas. Se abrazaron, no tenían suficiente tiempo en esta vida para recuperar, necesitaban la eternidad completa, su amor era tan fuerte que había trascendido el tiempo y el espacio, para llegar aquí, a esto.

Salieron de la habitación del hotel y se dirigieron de vuelta a National city en el Jet de Kara. Iban en silencio, pero sus manos estaban entrelazadas. Lena se veía muy pensativa, más de lo usual, desde que había despertado su expresión de siempre había cambiado.

La llegada a la ciudad fue silenciosa, un auto negro ya las esperaba, Kara había arreglado todo durante el vuelo hacia allá.

Una vez dentro del auto Lena sonrió pensativa y Kara la abrazó suavemente—¿En qué piensa mi mujer?

—En cómo mataré a la que te parió—dijo Lena como si nada.

Red sonrió viendo a Lena, se estaba excitando de solo pensarlo, la ponía eufórica, matar a esa mujer ¿Lena mataría por ella?