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Eres un hipócrita. ¿Cómo tienes la osadía a juzgarme? ¿Acaso te di el derecho a opinar sobre mi vida?

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Dejemos las cosas claras. Tú no sabes nada de mí. Dices que conoces mis gustos; ¿por qué los criticas entonces? Sabes de mis problemas; ¿cuándo has estado a mi lado para superarlos?

Y por último, piensas que entiendes lo que siento... es la mayor mentira que he oído. Estoy solo, olvidado y sin ser comprendido. ¿Quién querría ver eso?

Por eso es que esta máscara no es como tú la haces ver. Me permite ser más que lo que alguna vez fui. Puedo expresarme sin temor, puedo hacer amigos que me acompañen. ¿Crees que eso es falso?

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Te equivocas. Y si vas a juzgarme, entonces primero mírate a ti mismo. Ninguno puede revelar por completo quién es. Sólo elige mostrar las cosas que le agraden al resto. Tú eres el mejor ejemplo.

¿No lo ves? Eres igual a mí. Solo que tu escoges esconderte; yo, a diferencia de ti, me convertí en alguien más. Los dos usamos máscaras, pero yo la uso de una manera que me hace feliz.

Puedo ser un amigo, una persona de admiración, alguien que ayuda a los demás. No hay más miedo; solo yo. Y esa es la verdad.

. . .

¡Deja de decir lo mismo! ¡No puedes saber quién soy en realidad! ¡Deja de creerlo! Estoy bien así; esta es mi realidad y elijo quién quiero ser.

"Este no eres tú". ¡¿Y tú sabes quién soy?! ¡Dímelo entonces! ¿Eso quieres? ¿Recordarme lo horrible que es mi vida? Yo ya no puedo ni quiero pensar en ello; solo quiero dejar atrás todo.

Sí sé que es una farsa, ¿está bien? Pero, si me quito la máscara... ¿Qué me quedará?

Relatos cortos (Elle Goshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora