Tras sus ojos

Capítulo 9: Tengo una misión

Capítulo 9: Tengo una misión

Tuve un sueño muy extraño. Me encontraba en un pasillo. Un pasillo oscuro, de piedra, lleno de puertas, miraras donde miraras, habían puertas, nada más. Y yo, lo único que podía pensar era que tenía que salir de ahí, como fuese. Traté de abrir las puertas, una por una, pero estaban todas cerradas. Seguí adentrándome en el pasillo, corriendo, mientras trataba de encontrar una puerta abierta. Corrí y corrí, sin parar, sin saber cuánto llevaba, pero sentía que no podía mirar atrás, estaba segura que si lo hacía moriría, sin más. Empecé a fijarme en las puertas, tratando de encontrar una diferente, una que sobresaliera de las demás. Pero no la encontré, seguía pasando puertas, miles, infinitas, puertas de madera, de metal, de piedra, moradas, azules, negras, verdes, pero aunque eran todas diferentes, todas eran iguales, puertas hacia ninguna parte, no conducían a nada. Derrepente frené, un frío aterrador me empezó a recorrer el cuerpo, miré hacia mi derecha y lo supe, esa era la puerta que yo debía abrir. Era diferente a todas las demás, era tan alta que no pude ver donde terminaba, ya que se perdía en la oscuridad del techo. Era de madera de roble, tallada. Acerqué mi mano al pomo de la puerta y de nuevo ese frío recorrió mi cuerpo. Algo dentro de mi me decía que no la abriese, pero la puerta, de alguna manera me incitaba a abrirla. Tomé el pomo con fuerza y empecé a girarlo, funcionaba, la puerta se estaba abriendo. La curiosidad me mataba, abrí la puerta de golpe, y al ver lo que había dentro, un grito ahogado salió de mi cuerpo. Una niña de unos 12 años me miraba, sus ojos eran negros, tan negros como su cabello. Su piel era tan blanca que parecía transparente. Sus labios estaban morados, como si sufriera de hipotermia. Pero yo sabía quien era, estaba segura de eso.

-"Hannah"-le dije, algo temblorosa.

-"Si, soy yo"-me dijo ella, con su frágil voz, pero no vi como sus labios de movían, su voz apareció directamente en mi cabeza.

-"Pero tu estás..."

-"...Muerta, pero no tan muerta como crees. No me puedo morir en paz, no sabiendo que Theo siente culpa por algo que fue culpa mía..."

-"¿Culpa tuya?"-le pregunté, no entendía nada, cómo era posible que fuese culpa de ella.

-"Sí, yo.. Yo estaba enamorada, completamente enamorada de un chico de mi clase. Él me rechazó, haciendo que yo me quisiera morir, pero no quería suicidarme, me daba miedo, mucho miedo, sabía que no iba a ser capaz. Entonces se me ocurrió un plan, sabía que Theo iba a salir, entonces convencí a mis padres para que salieran. Yo conocía muy bien a Theo, por lo que estaba segura de que me iba a llevar con él si lo dejaban a cargo de mi. Fui a la fiesta con él, y sin que se diera cuenta, lo emborraché, cambié la botella que tenía por una de alcohol, él ya había tomado un poco, por lo que no se dio cuenta. Luego nos fuimos, él no sabía todo lo que había bebido, y yo no me molesté en decírselo, lo único que quería era morir. Íbamos en el auto cuando vi como se acercaba el camión, venía por mi lado, seguro que a Theo no le pasaba nada, lo distraje para que no lo viera... Y.. Bueno, ya sabes lo que pasó."-me dejó atónita, no podía creer lo que me estaba diciendo... No entendía cómo una niña de 12 años era capaz de inventar un plan así..

-"¿Y qué quieres que haga? ¿Por qué no se lo dices tú?"

-"Yo.. No tengo permitido contactarme con familiares, por eso recurro a ti, se que lo quieres, se nota en tu forma de mirarlo, los vi el otro día en el cementerio. Pero eso no es lo importante, tienes que hacer que Theo vuelva a ser el mismo con mis padres, y que arregle su conflicto con mi hermano, además debes convencerlo de que no fue su culpa, fue culpa mía."

-"Yo no se cómo hacer eso, no me va a creer.."

-"Sí te va a creer, ya lo verás. Por favor, tienes que hacerlo, necesito poder irme en paz, no sabes lo que es vivir en el mundo de los vivos.. Y si no lo haces por mi, hazlo por él, tiene que saber la verdad".