2: Ojo público.

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Dilema esa es la palabra correcta para describir la situación en la que me encontraba no saber qué maldito conjunto escoger lo que es una estupidez pero esta vez era una situación especial era para ir a recoger a una "amiga" me había ofrecido ir por Aisha a su casa y llevarla a la escuela su auto dejó de funcionar y me ofrecía de transporte y ahora que lo recuerdo bien también me ofrecí a reparar su auto esta chica tiene algo que me está haciendo portarme diferente hacer una persona distinta de lo que estoy acostumbrada.

Por cuarta vez me veo en el espejo con otro conjunto algo más casual tenis blancos pantalón negro camisa Polo blanca y mi chaqueta negra, no sé por cuánto tiempo me quedé mirando si era una buena opción o no en lo que escucho que alguien toca la puerta de mi cuarto y la abre.

-Zara?? - pregunto mi hermana - aún no te vas - dijo entrando a mi cuarto y sentándose en mi cama.

-no, aún no decido que ponerme - dije frustrada.

-para qué?, Solo vas a la escuela y tú nunca te esmeras en tu vestimenta cuando vas - dijo con una cara de confusión - a quién vas a ver hermanita - cómo odio que hagan esa sonrisa.

-no voy a ver a nadie, bueno voy por Aisha a su casa, me ofrecí a llevarla porque su auto no funciona y quise ayudarla - dije terminando de abrocharme El último botón de la camisa y dándome la vuelta para verla a los ojos - también me ofrecí a reparar su auto Carlos me dio permiso de hacerlo en el taller.

-y eso por qué, desde cuando le haces favores a la gente que acabas de conocer - me preguntó otra vez con esa maldita sonrisa.

-desde nunca, solo que ella es una buena amiga y ya, eso es todo no hay ningún otro motivo.

-a ver, la conoces desde hace tres días, le ayudaste con su auto, te metiste en una pelea para salvarla, dejaste que se subiera tu moto, la invitaste a la casa a comer incluso cuando nunca invitas a Lara o Simón que ellos son tus mejores amigos, la dejaste dormir en tu cuarto y tú dormiste en el cuarto de invitados, la escuchaste, la dejaste llorar en tu pecho, te ofreciste reparar su auto, la llevaste a su casa y ahora vas a pasar por ella para llevarla a la escuela quieres que siga, la lista es inmensa - me dijo confesando todo lo que he hecho por Aisha y la verdad es que sí es demasiado.

-ya admítelo, te gusta - dijo mi hermana sin ninguna pena soltandolo así de la nada tomándome por sorpresa.

- deja de decir idioteces, no me gusta es mi amiga y trato de ayudarla - dije tomando mi teléfono y las llaves de mi moto.

-haré como que te creo okay, y a qué hora quedaste de ir por ella? - me dijo dándome un ligero golpe en el hombro.

-a las 12:00, ya me voy y no quiero llegar tarde - dije bajando las escaleras.

-otra más para la lista - me grito y sonreí.

Bajo las escaleras y me acuno la cara entre sus dos manos como amo cuando hace eso.

-sabes que te quiero verdad - mi hermana no la admite pero al igual que mis padres le aterra cuando salgo en mi moto.

-lo sé yo también te quiero aunque a veces me sacas de quicio y seas una fastidiosa - sonreí y soltó una ligera risa.

-te odio, ya vete por tu amada - dijo para darme un beso en la frente empujarme por la puerta, es nuestra manera de decirnos te quiero.

-qué no es mi amada - le dije saliendo por la puerta y yendo al garaje.

Me subí a mi moto y arranque directo a la casa de Aisha.

Conozco el camino de memoria ya he transitado por ahí un par de veces para saber por dónde es. No tarde mucho en llegar a su casa, me quita el casco y mire la hora en mi teléfono justo las 12.

Amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora