Capítulo 2 | Morgan

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Después de mi primera vez con Nick, de decirnos cuanto nos amábamos luego de hacerlo por horas en su habitación, nunca nos imaginé casados, si me lo preguntas. Sin embargo, tampoco nos imaginé cortando, pero aquí estamos, a dos semanas de haber terminado nuestro noviazgo de tres largos años. Todo lo bonito dura poco, dice la gente. Ahora lo creo.

Tengo ensayo de danza aérea dentro de una hora, pero anoche quedamos de vernos en esta cafetería para platicar, ¿de qué? Realmente no lo sé, pero tampoco rechacé la idea. Quiero a Nick independientemente de lo que haya hecho, pero soy consciente de que nuestra relación se había enfriado hacía mucho tiempo, y aunque él puede pensar que la estoy pasando mal, lo cierto es que sí, naturalmente, pero no al nivel que podría estar imaginando en su cabeza. Ensayo perfectamente y duermo mis ocho horas diarias, como todas mis comidas y no he derramado ni una sola lágrima desde que terminamos.

Quise intentarlo pidiéndole que regresáramos para ver si podíamos arreglar la relación, pero en cuánto Nick dijo que no, sentí alivio, porque me di cuenta de que yo tampoco quería volver. Clara dice que pasé el duelo durante la relación y es por eso que estoy completamente bien, pero quien sabe, a veces me aferro mucho a esa idea para no pensar que soy una cabrona insensible.

—¿Entonces estás bien?

—¿No me veo bien o cómo?

Nick se echa a reír. Tiene una sonrisa muy bonita, y ni hablar de cuando simplemente ladea una de las comisuras. Se ve más atractivo que de costumbre.

—Tú siempre estás bien —suspira, y por la forma en la que lo hace, sé lo que viene a continuación—. Morgan, realmente lo siento. Ya han pasado dos semanas, pero mierda, me siento fatal.

—¿Fatal por dejarme?

Para ser honesta, nunca me habían botado. Quiero decir, era yo la que siempre los botaba a ellos y no voy a negar que la noticia me tomó por sorpresa, porque vamos, no creo que Nick sea un tonto, pero actuaba tan normal que nunca pensé que se diera cuenta lo rutinarios y conformistas que estábamos siendo en seguir juntos hasta que, bueno, me lo dijo.

Supongo que la chica con la que estuvo también tuvo mucho que ver.

—Por serte infiel.

Chasqueo la lengua. —Qué va.

Se siente como una mierda que te boten, ¿pero que me dices de que te boten por otra y esa otra sea tu ex que todavía sigues amando? Es tres veces peor independientemente de que ya no ames más a tu pareja. Es un poco humillante, pero así son las cosas.

—Creo que comienzo a pagarlo.

—¿Te ha hecho algo esa chica?

Nick le da un trago a su café caliente y humeante mientras rodea la taza con ambas manos para entrar en calor. Hastings no es el lugar más helado del mundo, pero es diciembre. Todo el día hace frío y en las noches aumenta todavía más. Las calles tienen una ligera capa de nueve siendo principios de diciembre. No suele nevar demasiado, pero lo hace, y cuando sucede me recuerda porqué es que amo tanto vivir aquí.

—No creo que sea correcto hablar de ello contigo.

«Tampoco lo creo»

—Terminamos bien, ¿no? Somos amigos. —Muevo las cejas. Aunque podría ser naturalmente incómodo platicar de ello, sé que no siento absolutamente nada por Nick en estos momentos. Sé que no tiene muchos amigos tampoco y sé lo que pasa cuando no suelta lo que lo agobia y justo ahora parece agobiado—. Si estuviera saliendo con alguien seguro que querrías saberlo.

Esboza una sonrisa ladeada. Esa sonrisa ladeada. Sabe que tengo razón. Antes de comenzar a salir fuimos amigos, seria bueno no olvidarnos de ello ahora que hemos terminado. Nuestras familias se llevan bien, mis padres lo aman y los suyos me adoran. Eso no tiene porqué cambiar. Soy de las que piensan que un par de exnovios pueden tener una relación sana siempre y cuando ya no existan sentimientos de por medio. Y ese es el caso ahora.

Olvidé Olvidarte [URN I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora