Capítulo 10 | Morgan

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La madre de Bruno se muda hoy. Y no es que sea malo que esté pensando en algo tan absolutamente irrelevante como la mudanza de una madre de un amigo, excepto si es en lo único que estoy pensando cuando quedé de almorzar con mi mejor amiga desde hace dos días y muy en el fondo desearía estar en otro lugar y no aquí, con ella.

Es decir, claro que quiero estar con ella, ¿pero ahora? Ahora mismo mi cabeza está muy lejos de su sitio.

Yo: ¿Todo bien con la mudanza?

Me siento tan avergonzada cuando envío el mensaje que me paso las manos por el rostro hasta recoger mi cabello y dejarlas estancadas a la altura de mi nuca, con mis codos en la isleta donde estamos almorzando. No creo que sea correcto que sienta la necesidad de estar en constante contacto con Bruno, pero de un tiempo para acá me gusta que me diga lo que hace, me gusta que quedemos para comer o que simplemente quedemos para no hacer nada.

No debería sentirse como algo tan absorbente o algo que implique tanta ciencia o mortificación, pero es así, principalmente porque no puedo ignorar que hay una tensión construyéndose entre nosotros. Una tensión que lejos de sentirse incómoda, a mí me gusta.

Pero no debería ser normal que me guste tanto.

—…le dije que es una pésima idea, pero mi madre dice que me puedo justificar diciendo que es para quedar a mano, pero sólo imagina…

—Lo siento —la interrumpo, sacudiendo la cabeza como si tuviera migraña—. ¿Me lo repites? Me he perdido.

Me siento como la peor amiga de este mundo. Clara lleva cuarenta minutos parloteando sobre su jefe -sobre su jefe que le gusta mucho-, de como la señora de la que estaba interesado le ha dejado, mientras yo estoy aquí, con una mente egoísta que está pensando en el mejor amigo de su exnovio, analizando la tensión posiblemente sexual que está creciendo sin que ninguno de los dos  haga nada, recordando cómo se sintió pensar por un segundo que ayer quiso besarme y el cómo fue asomarme por la puerta de la habitación para admirar el relieve en su espalda.

Absolutamente, no soy una de esas chicas que se impresiona fácil, y puede que tenga mucho que ver la falta de emoción sexual desde hace más de tres semanas por mi cuerpo, porque definitivamente nunca había pasado tanto tiempo sin tener un orgasmo. Mientras estaba con Nick, no solía usar mis vibradores, a excepción de las llamadas íntimas donde no había forma de que él me hiciera venir personalmente, pero sabía que necesitaba uno y no se oponía a la idea. Así que, sigue guardado en mi gaveta desde hace más de cuatro meses, que fue la última vez que lo usé.

Me pregunto si debería experimentar con él el intentar sacarme la idea de la cabeza. Quiero decir, puede que a fin de cuentas esté pensando demasiado en algo que sólo es idea mía o que sólo es temporal. Incluso, que ni siquiera tiene razón de ser.

Es difícil cuando no puedes leer a la otra persona. Bruno luce tan pacífico cuando está a mi lado que dudo que pueda pensar de esa forma sobre mí. Y, por lo general, yo no suelo pensar de esta forma tampoco.

—¿Estás bien? Si te he hartado…

—¡No, no! —Eso me endereza la espalda enseguida—. Nunca pienses eso. Puedo escucharte hablar sobre Ben incluso por veinticuatro horas seguidas, ¡Lo juro! —Me guardo el cabello detrás de las orejas—. Me perdí. Sólo repíteme la historia otra vez. Te escucho.

Y lo hago. Me esfuerzo tanto que temo estar pareciendo una loca analizando cada palabra que sale de su fina y rosada boca. Clara tiene unos labios terriblemente apetecibles. No entiendo como es que Ben no ha caído a sus pies todavía.

—…entonces mi madre dice que puedo decirle que es sólo una invitación para quedar a mano. Ya sabes, él me invitó a comer la otra vez por el malentendido con Brandon. —Luce tan nerviosa hablándome de ello que es casi imposible no retener una sonrisa de sólo imaginarla cenando con su jefe—. Pero sólo imagina llevarlo a mi casa. Mis padres ni siquiera están juntos ahora, mamá es muy… ya sabes como es y mi casa no está para recibir a alguien como él.

Olvidé Olvidarte [URN I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora