Me sujeto con fuerza de la tela, concentrada. Dejo que mi mente no piense en nada más y sólo sigo la coreografía que llevo practicando durante tantas semanas para esta función. Me preocupo por no resbalarme, mis manos sudan mucho.
Que practique danza aérea desde hace tantos años no aminora los nervios que siento de salir al escenario y ser el centro de atención con tantas personas mirando. Que Bruno sea una de esas personas no ayuda demasiado.
Es su primera vez en una de mis funciones. No recuerdo que acompañara a Nick jamás. Así que eso sobrepone más peso en mí porque, en el fondo, una parte de mí hace la danza pensando en él, en impresionarlo, en hacerlo perfecto para el chico que me gusta. Así que, cuando mis pies descalzos tocan el suelo y noto que es la primera persona en ponerse en pie y aplaudir, sé que mi cara es todo un poema.
—Parecías un ángel ahí arriba. —Es lo que dice, antes de darme un beso. Sabe a menta.
—¿Llevas confites?
Bruno asiente y se mete la mano en el bolsillo trasero.
—¿Quieres uno?
—¡Por favor!
Para evitar accidentes, no es permitido subir a las telas con chicles en la boca. Ya sabes, para evitar que se vaya por mal camino y caigamos por la falta de aire. Pero al terminar, siempre necesito tener algo en la boca.
—Esto es tuyo. —Me tiende una preciosa rosa, y no puedo evitar saltar encima suyo antes de siquiera prestarle atención a su regalo.
Eventualmente, Bruno camina conmigo por el estudio para poder saludar a las personas que conozco. Mi entrenador no deja de parlotear un largo rato sobre lo orgulloso que está de mí y de su trabajo en entrenarme todos estos años. Clara me salta encima en cuanto me ve. No puedo evitar sonreír sin disimulo al ver a Ben a lo lejos platicando con un tipo en traje. Clara y yo tenemos tanto de qué hablar. Está al tanto de mi situación con Bruno, y yo sé que han funcionado los vestidos y el cabello, ¿pero verlos juntos en mi función? No había estado enterada de nada. También saludo a mis padres que, extrañamente, se han sentado juntos durante la función y, del mismo modo, me esperan en una parte del estudio para saludar.
Pienso que será extraño que mis padres conozcan a Bruno de este modo tan poco elaborado, pero no se da tan mal. Mi padre es sumamente amable con él, incluso disimula demasiado bien el hecho de que sabe que es el mejor amigo de Nick, pero no dice absolutamente nada. Mi madre, por otro lado, finge tanto su sonrisa que tiene que reemplazarla por una de labios cerrados.
No lo odia, vaya, pero sé cuanto le gustaría que yo también me casara con un hombre igual o el doble de millonario que mi padre. Bruno viene de una madre millonaria, ella lo sabe, pero entiendo perfectamente su punto en toda esta historia.
Y no me interesa.
—¿Iremos a casa de tu madre?
Bruno asiente antes de extender su mano hacia mi muslo y darle un apretón. No puede ser que luzca tan tranquilo mientras hace eso. Todavía no se entera de lo mucho que me gusta su tacto.
—Quería ver la función, pero prefirió quedarse cocinando con Salma.
—¿Salma?
—Mi tía. —Pone la direccional y gira hacia la izquierda. Estamos a una cuadra de mi apartamento. Se ve tan apuesto conduciendo mi coche ahora mismo—. Bueno, en realidad, es la mejor amiga de mi madre desde el instituto.
Mis cejas se disparan hacia arriba. —Eso es mucho tiempo.
Bruno asiente con una sonrisa. —Lo es.
El auto se apaga y Bruno y yo bajamos de él para subir a mi apartamento. Lleva quedándose aquí casi tres días, y aunque eso puede ser precipitado, creo que a ninguno le importa demasiado. Bruno lleva enamorado de mí mucho tiempo y aún así no me presiona, no hemos hablado sobre lo que, el quedarse conmigo varios días, significa, pero está bien porque yo elegí la segunda opción.
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Olvidé Olvidarte [URN I]
RomanceCuando Bruno se muda al apartamento de su mejor amigo Nick, no esperaba hacerlo en plena crisis de noviazgo. Nick ha roto con Morgan, la chica de la que Bruno lleva enamorado hace más de dos años, así que no espera hacer amistad con Morgan gracias a...