No pienso decir Adiós

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Narra Tony...

Dany se desvaneció en el suelo y poco a poco comenzó a cerrar los ojos, le tome el pulso y su corazón había dejado de latir y había dejado de respirar, rápidamente la tome en mis brazos y la subí a mi auto, maneje desesperadamente al hospital, al llegar la atendieron rápido, solo pude notar como se la llevaban a un cuarto y como un enorme cristal me separaba de estar a su lado, comenzaron a darle cargas eléctricas para que su corazón volviera a latir, pude notar como en el electrocardiograma la línea seguía continua, ella se estaba muriendo y estaba perdiendo la vida todo por culpa mía, una enfermera me pidió que fuera a la sala de espera y en eso veo a Elizabeth y me dejo caer en sus brazos, después de un par de horas llega el doctor.

Doctor: Señor, me presento soy el Dr. Collins- extendiendo su mano hacia mí.

Tony: Doctor mucho gusto- respondiendo al saludo- Yo soy Tony y ella es mi prometida Elizabeth, ¿cómo esta Daniela?

Doctor: Afortunadamente ella está bien, ahora mismo está recibiendo su tratamiento para su Miocardiopatía y por lo visto está reaccionando bien, esperemos que para mañana ella pueda regresar a casa, iré a levantarle el alta para que pueda retirarse mañana

Tony: Muchas gracias, no sabe en verdad cuanto se lo agradezco

No me dejaron entrar a ver a Dany, pero pude verla del otro lado del vidrio, sentía unas ganas inmensas de estar a su lado, acariciar su pelo, poder mirar esos hermosos ojos, sentir el calor de sus manos, simplemente estaba desesperado por estar a su lado. Después de unas horas en la sala de espera me quede despierto metido en mis pensamientos y Elizabeth se encontraba dormida, un hombre vestido formalmente de traje se acercó a mí, con una carpeta con papeles, sentía que lo que se veía no sería nada bueno.

Edward: Sr. Anthony soy el Licenciado de la casa-hogar Edward Jonnson

Tony: Sr. Edward es un gusto ¿a qué se debe su visita?

Edward: Bueno primero que nada quiero que que sepa que yo me encargo de asesorar que los responsables de los chicos de la casa-hogar reciban su tratamiento tal y como se les indica, y justo aquí en los papeles indica que la chica a la que usted se llevó Daniela Redmond debió haber recibido su tratamiento hace 2 semanas, cosa que usted no lo hizo.

Tony: Pues quiero pedir una disculpa, estaba viendo su Universidad y lo de la boda y en verdad que no recordé llevarla por su tratamiento

Edward: Sr. Tony, quiero que tenga muy en claro que no puedo dejar a esta chica de 19 años en manos de un hombre irresponsable como usted

Tony: Oiga yo no soy irresponsable, le prometo que a partir de ahora ya no olvidare llevarla a tomar su tratamiento

Edward: No usted ya no lo olvidara, lo siento Sr. Tony pero hay una política en la casa-hogar de que si las personas ponen en peligro la vida de los niños o chicos de ese lugar, estarán sancionados con una multa de $5,000 aparte Daniela se le será retirada

Tony: Espere, ¿Cómo que retirada?

Edward: Si señor, desafortunadamente me veré obligado a que Daniela tenga a alguien más que se responsabilice de ella y bueno por lo visto ya encontré a una persona que lo haga. Mañana mismo yo me llevare a Daniela al Aeropuerto para que se valla a Minesota con la persona que cuidara de ella.

Tony: Oiga no puede quitármela, le prometo que yo me are cargo de ella

Edward: Lo siento señor pero usted firmo un contrato diciendo que estaba de acuerdo con esta ley. Ahora solo preocúpese por su matrimonio le quitare una carga de encima, buenas noches Sr. Anthony

Ahora ¿Qué voy a hacer?, mañana me arrebataran a Dany de mis brazos, a esa dulce y hermosa chica con la cual me encanta dormir todas las noches y pasar mi mano por su perfecta cintura, dejare de ver ese hermoso rostro y todo por que deje de preocuparme por ella, pero yo se que nadie lograra quitármela tan fácilmente...

Fin de la narración...

La luz es demasiado brillante para mis ojos, mi vista es borrosa y poco a poco se va aclarando, lo único que logro escuchar es un pitido cada cierto tiempo, al abrir mis ojos puedo observar que me encuentro en un hospital, estoy conectada a un electrocardiograma, el pequeño aparato que señala si mi corazón sigue latiendo, tengo una mascarilla en mi rostro para que me ayude con la respiración y mi corazón tiene dos tubos que llevan liquido hacia el, hace mucho tiempo que no respiraba el olor a medicamento de un hospital, por algún motivo ese olor me relaja.

Me es difícil poder moverme ya que siento una extrema pesadez en mi cuerpo, siento un gran cansancio, intento buscar con la mirada a Tony pero no lo veo por ninguna parte del cuarto, me pregunto si se abra metido en problemas por no darme a tiempo mi medicamento, temo que me separen de él y me regresen a mi país o a la casa-hogar, sería como empezar de cero nuevamente, por lo visto ya amaneció, veo a una enfermera acercarse a mi amablemente regalándome una sonrisa seguido de un Buenos días, me quita la mascarilla de mi cara, cambia mi suero y quita los tubos conectados a mi corazón y acomoda mi almohada.

Enfermera: En unas cuantas horas vendrán por ti y te traeré tu ropa, hay un hombre esperándote haya afuera supongo que debe ser tu padre.

Nuevamente me sonríe tomas las cosas y se marcha del lugar, probablemente Edward no se haya enterado de que Tony no me dio el medicamento a tiempo, en verdad que ya ansío por volver a ver a Tony, aunque por otra parte su atención solo sería por unos cuantos meses y para cuando se case se olvidara por completo de mi...

Lo Prometo [Robert Downey Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora