SOLSTICIO || ENID SINCLAIR X MALE OC

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-¿Cuándo será momento de quemar este lugar? – di una leve mirada al lugar – Me da comezón tanto color

Mencioné en un tono neutro sacando de sus pensamientos a mi hermana menor, si bien pudimos nacer como mellizos en una sola fecha, se me dio por adelantarme un mes y dejar a la más baja otro mes entero en el útero de mamá.

Pero ¿Cómo eso era posible?

No tenía ni la menor idea, pero pasó.

-Debemos ser meticulosos, si mamá se entera que fuimos nosotros – hizo una pausa de segundos – Te mandarán a dormir al Triángulo de las Bermudas y a mí a un lugar peor que este

-Que no se note mucho que no puedes vivir sin mí

-¿Bromeas? No puedo dejar que te vayas de vacaciones mientras que me torturan en un arcoíris

La conversación se cortó cuando una punzada llegó a la parte trasera de mi cabeza, miré a la más bajita y esta asintió. Caminamos por los largos pasillos ignorando a todo aquel que posaba su mirada curiosa en nosotros, llegamos a los casilleros rojos donde uno en particular nos llamó la atención.

Merlina se acercó y lo abrió, dejando ver a nuestro hermano menor como si de un puerco se tratara, con una manzana en la boca y el cuerpo atado, este cayó como un saco a la loza.

-Nombres

Lo miré sin emoción viendo como este se negaba, Merlina le quitó la manzana para que hablase.

-Queremos nombres – mencionó la menor.

-Es que no sé quiénes serán – se escusó – Lo juro, pasó muy rápido

-Pequeña rata, será mejor que empieces a cantar, no querrás pasar otra noche enterrado en el cementerio familiar – amenacé.

-Pasó muy rápido, lo juro

-Pericles – lo llamó – los sentimientos debilitan, es mejor que te controles

El menor empezó a sollozar negándose a revelar quienes fueron los culpables, este me miró buscando ayuda a lo que rápidamente desvió la mirada al notar que no daría mi brazo a torcer.

-Ahora – miró al menor.

De un momento a otro la menor entró en trance llevando su cabeza hacia atrás, hice una mueca viendo detenidamente lo que pasaba, ella daría explicaciones, muchas explicaciones.

-¿Estás bien?
Ella no dijo nada ante la pregunta del menor.

-Insecto – la llamé.

-Nosotros nos encargamos – respondió.

Se puso de pie mirándome por unos segundos, a lo que comprendí de inmediato.

-Merlina – llamó a su hermana – Blagden – miró a su hermano - ¿Qué van a hacer?

-Lo que hacemos mejor

Dejamos al menor en la loza pues se iba a quitar las sogas en minutos, ya lo había hecho antes cuando lo dejábamos sobre el tejado de la casa.

-¿Qué necesitamos?

-Unos encantadores pececitos

Asentí sacando el celular de mi bolsillo, busqué entre los contactos a uno que siempre nos traía lo que pedíamos, un primo lejano que cumplía lo que pedíamos.

-¿En cuánto llega?

-Dijo que en un par de horas

-No tenemos un par de horas

-Por eso llegará en treinta minutos si no quiere comer sus órganos en el desayuno

Mi hermana me dedicó una ligera sonrisa de satisfacción, dos dividimos luego de que me contase quienes fueron, buscar sus ubicaciones no era lo más difícil.