Lo que se siente, lo que viviré.

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Exámenes, torturas, dolor de cabeza y unas tremendas ganas de incendiar la escuela

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Exámenes, torturas, dolor de cabeza y unas tremendas ganas de incendiar la escuela. Esto de estar enlazada a un demonio no era nada genial, sentía el aroma de las personas como si deseara devorarlas y de vez en cuando me daba una horrible comezón en la marca del cuello. Estoy pensando seriamente ir a comprar ese jodido libro, si es que tiene una maldita respuesta para mi incertidumbre y quiero saber ¿por qué carajos me duelen tanto los brazos? 

—¡Jovencita White, ¿está prestando atención?! -exclamó el profesor con molestia.- ¡De esto tratara su examen del jueves!

—Disculpe, no estaba prestando atención.

Realmente no tenía ganas de discutir, además, estoy segura en un cien por ciento que este viejo solo busca pelea.

—Levántese, presente su trabajo. Espero que lo haya mejorado, porque si no... -sé que me esté provocando, siempre lo hace, pero... ¿Por qué siento tantas ganas de, directamente, degollarlo? Hasta me imagine una coartada...-

Me levanté de mi asiento, Paula me miró preocupada, ella sabe lo que siente muy en el fondo, como también sabe que es por el enlace. Camine hasta donde se encontraba el profesor de Redacción y creación, le entregue mi USB y comencé a hablar.

—Como no le gusto mi idea principal la vez anterior, decidí hacer lo que me dijo y "aprender de Nicol", estudiando su trabajo, note su uso de escenarios irreales y estúpidos...

—Cuide su vocabulario, señorita White.

—Creame, Profesor Estefano, estoy siendo bastante cuidadosa con lo que estoy diciendo. Ahora, ¿me dejará continuar? -sentí una oleada de calor y éxtasis, como si deseara con el alma hacerlo sentir miedo.- Entonces, al notar aquello decidí usar un ambiente mas morboso, pero sin dejar de lado lo místico que caracteriza mi forma de escritura. Es por esto que decidí cambiar por completo la historia y la base de este cuento, se llamará "La Fantasía Perfecta" y será sobre una chica en un mundo infernal, rodeada de demonios y su única amiga.

Por un momento creí que había logrado convencer al Profesor, pero su rostro era de cólera y parecía querer expulsarme. ¡¿Por qué mierda es tan difícil caerle bien a este maldito canoso?!

—¿Qué? -cuestione confrontando su expresión.-

—¿Qué? -repitió con incredulidad.- ¿En serio tienes las de preguntar? Es un asco tu idea.

—Joder. -ya me había tragado sus quejas y palabras hirientes antes, pero ya me colmó.- ¡Escuche hijo de perra, ya me trague cuatro semestres con sus quejas. Ni he empezado a escribir y ¿ya me dice que no está bien? ¿Qué cojones le pasa, viejo patoso?! ¡Yo no tengo la maldita culpa de que haya amanecido estreñido, ¿escucho?! 

Cuando termine de gritar, cuando me di cuenta de lo que había dicho... Bueno, digamos que ya era demasiado tarde, pero no me arrepentía de nada. El profesor estaba muy serio y el salón estaba sumergido en un silencio de muerte, entre todos esos estudiantes note la presencia de Luka y Dante, este último se encontraba sonriendo con orgullo.

°Mi Fantasía Perfecta°, para almas aventureras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora