Celos

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Hermione Granger era una nacida de muggles ansiosa por entrar a un nuevo mundo en el que podía destacar, a penas se entero de sus nuevas habilidades consumió libro tras libro sobre cualquier cosa relacionada con ese mundo desconocido para ella. Entre todos esos libros que había leído había muchas historias sobre como había terminado la segunda guerra mágica gracias a un niño.

Poco a poco había acumulado pilas de libros que hablaban de el "Gran niño qué vivio:Harry Potter" y sobre como había derrotado al mago oscuro más temido de toda Gran Bretaña mágica, se había emocionado aun más cuando se entero de que el gran salvador tenia su edad y había una remota posibilidad de que fueran al mismo colegio e incluso tal vez de que fueran amigos. Todas sus espectativas cayeron al no verlo por ningún lado y pensó que tal vez fue a otra escuela, estaba pensando incluso en transferirse al mismo si lograba descubrir a cual fue.

Todos sus planes fueron hechos pedados cuando un mes después el niño que había tenido tanto anhelo por conocer cruzo las puertas del gran comedor, pero algo no estaba bien. Ese niño era pequeño, delgado y débil, se notaba asustado y en sus brazos estaba una ridícula serpiente de peluche. Ese no podía ser Harry Potter.

En los libros que había leído siempre lo describan como alguien confiado e intrépido, que no tenia miedo a nada y que su simple vista te hacia admirarlo más. Pero este niño escuálido no se asemeja ni en lo más mínimo, se negaba a creer que el era Harry Potter y se propuso descubrir a ese impostor qué se atrevía a robar la identidad del mago más importante de la historia. 

Al final del desayunó iba camino al aula de encantamientos cuando se topo con aquel mocoso farsante y el par de pelirrojos más desastroso qué haya tenido el disgusto de conocer. El niño iba de la mano de uno de ello mientras saltaba ligeramente al caminar y llevaba esa fea serpiente de peluche, era ridículo qué actuará tan infantil.

Harry por otro lado estaba emocionado por su primer día de clases, salio del gran comedor de la mano de los gemelos caminando hasta su primera clase del día. Afortunadamente era pociones, la emoción en Harry se notaba a kilómetros de distancia y el pequeño saltito en su paso lo confirmaba, realmente era una vista adorable y sacaba una sonrisa a todos con los que se encontraban.

Iban a mitad de camino a las mazmorras cuando se encontraron con una chica pelirroja con cabello enmarañado y dientes frontales sobresalientes, ninguno de ellos le dio importancia hasta que su voz chillona los detuvo.

-¿Qué estás haciendo?- Pregunto a Harry. - Llegaras tarde a encantamientos si sigues perdiendo el tiempo

Dijo a la par que tomaba a Harry de la mano de George y lo llevaba en la dirección contraria, el pequeño estaba asustado y no sabía que hacer así que solo se dejo llevar. Los gemelos reaccionaron rápidamente deteniendo a la niña mientras Harry se soltaba y se escondía detrás de ellos.

-No hay tiempo para juegos, si no te apresuras llegaremos tarde. - su voz era acusadora y de reproche

Antes de que los Gemelos pudieran corregirla fueron interrumpidos por el profesor Snape qué iba de camino a su Salón. Al verlos se detuvo y dijo.

-Espero que haya una explicación aceptable del porque no están en clase todavía.

Su voz profunda y siniestra causó escalofríos a sus estudiantes menos al más pequeño, Granger se adelanto y comenzó a hablar.

-El no quiere ir a clases-Dijo señalando a Harry-El profesor Flitwyck se enojara si llegamos tarde.

Sin ningún rastro de emoción en su rostro el profesor alzó una ceja y pregunto.

-¿Es eso cierto Señor Potter?- Harry nego con la cabeza al tiempo que los gemelos respondían.

-No Señor, íbamos a clase de pociones cuando ella nos interrumpió 

-El horario dice que hoy toca clase de encantamientos a los primero años de Slytherin y Griffindor, así que el iba en la dirección equivocada. - Dijo la castaña no dispuesta a que ese impostor se saliera con la suya.

-Efectivamente ese es el horario de los primeros años Señorita Garger. Pero el Señor Potter esta en la clase de los terceros por lo que su primera clase de hoy, es pociones.

Hermione no sabia que decir, así que solo tartamudeo.

-P-pero el no puede estar en tercer año, es más pequeño qué yo, eso es imposible.- El comentario de la castaña no fue bien recibido por ninguño de los presentes, Harry se encogió un poco, nunca penso qué su tamaño fuera un inconveniente para alguien. Los gemelos se molestaron por el tono pretencioso de la niña y Severus quiso hechizarla por hacer sentir mal a Harry, en cambio solamente dijo.

-El señor Potter ha demostrado tener una capacidad de aprendizaje impresionante aunque le cueste creerlo Señorita Granger. Ahora le sugiero qué si no quiere un retardo se apresure a ir a su clase

Con eso se alejo junto con Harry y los Gemelos camino a las mazmorras dejando a la niña boqueando como pez fuera del agua. Harry seguía un poco cohibido por lo que había dicho, toda su vida había sido pequeño y aunque no lo habían dicho abiertamente muchas veces sus tíos le hicieron saber que debería crecer más. Los gemelos lo notaron e inmediatamente comenzaron a calmarlo.

-No te preocupes por eso pequeño-Dijo George alvorotando su cabello- Seguramente esta celosa por que no es tan linda como tu-Terminó Fred.

Harry se sintió un poco mejor después de eso y siguió con su día, la clase de pociones fue maravillosa aunque parecía ser el único que pensaba así. Los Slytherins parecían más relajados qué los Revenclow pero au así evitaba llamar mucho la atención. Todos excepto Harry qué arrastró a los gemelos hacia el frente de la clase y entusiasmado arreglo sus cosas.

Los Revenclow conpadecieron al pobre niño qué probablemente saldría de la clase llorando, grande fue su sorpresa cuando el Profesor Snape era mucho más agradable cuando estaba el niño presente, se sintieron aliviados cuando la habitual tencion en el salón de clases disminuyó significativamente. La sonrisa y emoción del niño eran tan inocentes y puras qué todos se vieron contagiados.

Los gemelos ayudaban a Harry a cortar y preparar ingredientes de la manera correcta y sorprendentemente Harry los corregía cuando estaban a punto de cometer un error o les daba consejos para mejorar. Las siguientes clases paso algo similar, Harry no solo había logrado adelantar dos años si no que parecia ser el mejor de la clase y apenas era su primer día.

La Profesora Sprout quedo encantada con la habilidad de Harry para la jardinería, El profesor Flitwyck quedo impresionado por la capacidad de Harry para hacer hechizos sin palabras, La Profesora Mcgonagall, La Profesora Vector y todos los demás Estaban felices de tener un alumno tan aplicado y pronto se expandió el rumor por todo el castillo.

Incluso a oídos de cierta chica que se negaba a creerlo, ese mocoso no podía ser mejor que ella. A penas había pasado un día desde que había llegado y todos los maestros ya estaban encantados con el niño, ella era la más inteligente, se había esforzado mucho por encajar en ese mundo como para que ese mocoso se lo quitara así nada más.

El primer día de Harry fue un éxito para el, sus clases eran geniales y por fin ir a la escuela se le hacía un sueño hecho realidad. Los gemelos estuvieron con el en todo momento y lo agradecía muchísimo, cada que se sentía abrumado o algo le daba miedo ellos se encargaban de calmarlo, ahora estaban en la cena todos felicitando a Harry por hacerlo tan bien.

Era muy fácil encariñarse con el pequeño y ahora todos entendían por que el Profesor Snape lo cuidaba tanto, el niño era tan tranquilo y amable sin importar con quien estaba. Los maestros hablaban emocionados por tener un alumno tan brillante y algunos niños de las otras casas compartían las historias de su día junto al pequeño con sus demás compañeros, Harry había ayudado a varios alumnos de las demás casas con sus trabajos de ese día, algunos desconfiaba de el por ser una serpiente pero pronto eran ablandados por sus encantos naturales.

Sin duda Harry era único en su clase y nadie podía negarlo. Esa noche antes de dormir Draco tuvo una breve charla con el y se volvieron amigos, el niño era agradable aunque algo pretencioso pero no era malo. Harry soñó feliz esa noche esperando ancioso el siguiente día.

EN SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora