Después del incidente con la profesara Hooch, Harry se había vuelto más tímido y las serpientes más protectores, en especial los gemelos. La casa de las serpientes había visto múltiples niños abusados, todos reaccionaban de manera diferente, había quienes se volvían agresivos o demasiado pasivos evitando cualquier tipo de confrontación. Harry era el segundo pero nadie lo había visto tan marcado como en el. Harry era pequeño y parecía encorvarse para hacerse aun más pequeño, sus ojos nunca veían a nadie a la cara, sus movimientos eran suaves y lentos, su paso ligero y sin ruido al andar. Sus manos estaban siempre aferrando su serpiente de peluche a su pecho y permanecía en los rincones queriendo mezclarse con el entorno, era casi como si fuera... Invisible.
Todas las serpientes sabían eso pero no conocían la severidad del abuso de Harry, aunque tenían una idea eso jamas se compararía con la horrorosa verdad del maltrato qué sufrió, cuando se dirigían al chico era en un tono suave y bajo por que los ruidos fuertes parecían alterarlo demaciado, nadie se atrevía a tocarlo sin su permiso pues siempre se tensaba ante el más mínimo roce, solo los gemelos habían podido abrazarlo e incluso cargarlo sin qué pareciera que sufriría un ataque de pánico, muchos se impresionaban con esto.
Los gemelos tenían una gran reputación de bromistas pero curiosamente casi nunca los atrapaban, por algo habían sido seleccionados en Slytherin. Sus bromas siempre eran graciosas y sin intenciones de lastimar a nadie pero aun así no era agradable ser el blanco de una. La escuela llevaba poco más de un mes en funcionamiento y no había un solo alumno o profesor qué no halla sufrido una broma ya de los gemelos. Claro que esto no se aplicaba a Harry, cuando se trataba del pequeño ambos parecían tan serios e inofensivos como un par de cachorritos. Siempre tenían un tema de conversación ligero qué no obligaba al niño más a que a asentir o negar con la cabeza la mayoría de las veces, cuando se cansaba al recorrer los pasillos de la escuela lo cargaban para llevarlo a su siguiente clase, o al gran comedor o a su sala común. Y ahora con lo de Madam Hooch incluso ahora dormía con ellos.
El niño apenas y se separaba de ambos, iban juntos a clase y se sentaba entre ambos en el gran comedor, aun podía hablar con Theo y Draco en la sala común o con Ron, Neville y Luna cuando salía con los gemelos durante algún periodo libre a la orilla del lago negro. El Profesor Snape estaba al tanto de todo pero no creyó qué fueran tan importante hasta que se entero de el pequeño ahora dormía con ellos. Su pequeño necesitaba una garantía de seguridad y el necesitaba estar seguro de que podía ofrecerla.
Había meditado todo el día sobre hablar con los gemelos sobre la situación de Harry, hacerles saber lo delicado qué era su estado, también considero simplemente aparecer y hacer que dejaran qué el niño durmiera en su habitación pero eso no le gustaría ni a los gemelos ni a Harry, parecían estar muy unidos. Los pensamientos del profesor fueron interrumpido cuando unos suaves golpes se escucharon en su puerta conectada a la sala común de las serpientes, aun faltaba poco para el toque de queda pero con los horarios para dormir qué había asignado solo debían estar despiertos los de 5° A 7° año por lo que no espero ver a un pequeño Harry en Pijama y con los ojos llorosos. Sin pensarlo demaciado se hizo a un lado y lo dejo pasar, no era la primera vez que el niño estaba en su oficina, había ido en ocasiones en periodos libres o el fin de semana, siempre compartían una taza de té mientras le leía un libro al niño, era tan tranquilo y hogareño. Una emoción extraña para ambos pero placentera, el niño parecía cada vez más comodo en su precensia.
Harry entro un poco temeroso con la mirada baja, se detuvo de pie en medio de la sala donde Severus lo alcanzo, estaba temblando y sus manos se aferraba con tanta fuerza a Sevie qué sus nudillos se volvían blancos. El mayor supuso qué debía haber tenido una pesadilla, eran comunes en chicos que sufrían abuso a menudo las tenían después de ser rescatados de sus hogares. Soñaban con las cosas que habían sufrido pensando que el haber sido rescatados no era más un sueño, pesadillas qué se iban al despertar y ver que estaban a salvo. Pero Harry había sufrido más que otros chicos.

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EN SILENCIO
FanfictionEl abuso de los Dursley fue demaciado para Harry. A corta edad se da cuenta de que gritar no sirve para nada así que deja de hacerlo ¿Quién va a extrañar su voz de todas formas? Nadie se espera que el murciélago de las mazmorras y un par de demonios...