Historias y One-Shot de Fleur Delacour.

Querida Flor

Querida flor

Ron trajo la tarjeta de Navidad hoy, Hermione siempre decía que tenía el rango emocional de una cucharadita, no es que eso le impidiera casarse con él, pero supongo que no es su culpa. Ni siquiera creo que incluso Hermione sospeche.

La petaca salió como a las tres de la tarde. Trató de contenerse. Estaba bien, incluso después del almuerzo, que era la mejor nota en su libro tan cerca de las vacaciones. Entonces Ron pasó por su oficina.

2:58.

"¡Me voy temprano!" Dijo alegremente, golpeando el marco de la puerta de la oficina abierta de Harry.

Harry tuvo que esforzarse para salir del pergamino que estaba estudiando. Informes de testigos del roce de Knott con Neville en Escocia. Cosas brutales. Miró a Ron un poco ausente y parpadeó para alejar su estupor.

"Oh, sí, adelante amigo", miró su reloj y vio la hora, la mayoría de la oficina se fue a casa después del almuerzo. "No me di cuenta de la hora, también terminaré".

"Está bien, no lo olvides, mamá te espera para el lunes a más tardar". Rodó los ojos.

A Molly le gustaba intentar que Harry recorriera la madriguera aproximadamente una semana antes de todos los eventos importantes. Para cuidarlo y hacerlos sentir como si estuviera en la escuela otra vez, llegando para el verano. En los primeros años después de la guerra, lo hizo con todos ellos, todo el clan Weasley sobreviviente fue convocado a su casa tan pronto como sus trabajos se lo permitieron y se esperaba que pasaran las vacaciones con ella y Arthur, al estilo de los días escolares. Ahora, con varios matrimonios y nietos comenzando a aparecer, en realidad solo exigió que Harry viniera tan temprano.

La hizo sentir mejor. Supuso que solo eso debería hacerlo sentir mejor, pero... La Madriguera era dolorosa.

"¡Vaya! Casi olvido." Ron volvió a aparecer en su puerta y caminó hacia el escritorio para ofrecer una pequeña postal. "Me di cuenta de que no obtuviste la lechuza hace unos días, y Hermione y yo obtuvimos una cada uno, así que aquí-"

Harry tomó la tarjeta de Navidad y miró a la familia Happy que le sonreía y saludaba. Fleur y Bill estaban parados afuera de su pequeña cabaña, una corona verde oscuro en la puerta y una ligera capa de nieve sobre todo. La pequeña Victoire saludó sin comprometerse desde los brazos de su padre, la viva imagen de su madre de un año y medio, con cabello rubio plateado, toda Fleur en miniatura excepto por los ojos verdes de su padre.

"Gracias compañero, nos vemos". Harry dijo aburrido, y Ron partió para comenzar sus vacaciones de Navidad.

Harry suspiró y dejó caer la foto en un lado de su escritorio, lejos de su pila de libros por leer. Tomó otro pergamino al azar y se recostó en su silla. No quedaba nadie en la oficina, eran las tres de la tarde, podía salir cuando quisiera, leería este último pergamino y luego se iría a casa.

Por estas razones, se dijo, tomaría un trago.

El último pergamino era un informe de gastos de la estadía de Neville en St. Mungo. Todo lo que importaba era que se recuperaría por completo, pero como jefe de departamento era una suma asombrosa y un dolor de cabeza para su presupuesto.

Se encontró mirando fijamente la pequeña imagen en movimiento.

El matraz estaba medio vacío.

Terminó la lista detallada de gastos para el tratamiento que salvó la vida de su amigo, tomó la tarjeta de Navidad Weasley y la guardó en el mismo bolsillo interno en el que guardó su petaca. Cuando se puso de pie, estaba un poco inestable, cortesía del whisky de fuego. y se rió para sí mismo.