Historias y One-Shot de Fleur Delacour.

En Flor 3

Fleur era muchas cosas, pero felizmente admitiría que una cosa que no era era una mujer paciente.

Ella entendía muy bien que la nueva relación entre Harry y ella tomaría tiempo para desarrollarse; era una experiencia nueva para ambos, y estaban tan acostumbrados a la compañía del otro que pasar tiempo juntos ya era una rutina cómoda.

Incluso su comienzo había sido cómodo, lo que Fleur recordaba con cariño. Harry le había preguntado " ¿entonces estamos, bueno, juntos ahora ?", y ella había respondido con una pregunta propia: " ¿no estábamos ya ?" Sin embargo, a pesar de lo obvio que parecía en ese momento, Fleur a veces se preguntaba si alguno de los dos sabía qué hacer ahora que habían admitido que eran pareja.

Fleur no se habría descrito a sí misma como una mujer envidiosa, pero tuvo que admitir que parecía que otras parejas estaban sorteando los obstáculos del romance de posguerra con más facilidad. Casi inmediatamente después de su victoria, Ron terminó encariñado con Luna Lovegood, su hermana Ginny había comenzado a salir con el amigo de Harry, Neville Longbottom, e incluso Hermione había comenzado a hacer comentarios vanos sobre visitar a Viktor Krum.

Cierto era que Fleur también creía que su relación con Harry ya era más que estas otras parejas; ciertamente, describirlo simplemente como su "novio" se sentía demasiado superficial cuando se conocían tan bien. Ella no esperaba el mismo tipo de demostraciones de pasión juvenil y exuberancia por las que sus amigos estaban tan entusiasmados.

Aún así, sin embargo.

Fleur sabía que Harry había sido peor herido que la mayoría durante la guerra, y no esperaba que volviera a la normalidad en ningún momento en particular, pero puso a prueba su determinación de que tan poco había cambiado desde que habían reconocido oficialmente que eran mucho más que " amigos". Claro, se robaban besos en privado, y las noches que ella pasaba en la cama con él tendían a involucrar abrazos más íntimos que las ocasiones anteriores, pero ¿más allá de eso?

Hay pocos jóvenes de dieciocho años que estarían tan restringidos con un Veela en su cama.

También sabía que Harry no sería del tipo que desearía alardear de ella frente a los demás, lo cual podía aceptar, pero Fleur estaba comenzando a sentir algo que parecía incómodamente cercano a la "inseguridad" como resultado del continuo autocontrol de Harry.

Fleur se sentía bastante cómoda con el hecho de que se la podía describir como "vanidosa": aunque no disfrutaba que la valorasen únicamente por su belleza, sí apreciaba que la reconocieran. Prefería vestirse bien con ropa fina que resaltara sus facciones, y las reacciones que provocaba eran un grato motivo de orgullo.

Donde una vez había encontrado intrigante la habilidad de Harry para resistir sus encantos (tanto mágicos como convencionales), estaba empezando a encontrarlo frustrante . Ese día en particular, estaba vestida apropiadamente para el calor de agosto, pavoneándose por la casa con su falda más corta y una camiseta tan ajustada que era casi más reveladora que si hubiera ido en topless... hacia ella, sus reacciones se limitaron a sonrojarse y desviar la mirada.

Si estuviera en su lugar, pensó Fleur, me clavaría contra la pared más cercana y reclamaría lo que es legítimamente mío .

Fleur no ignoraba el hecho de que la guerra también la había cambiado. Hubo muchas veces en las que se vio obligada a recurrir más profundamente a sus habilidades Veela que nunca antes, y cada vez que se transformaba, se acercaba un poco más a ese lado de su línea de sangre en sus instintos y deseos.

Los veela eran una raza apasionada por naturaleza. Así como inspiraban lujuria en los demás, tendían a sentir una especie de atracción ansiosa. Aunque, afortunadamente, su madre había evitado descripciones explícitas de su vida amorosa con su padre, Fleur era muy consciente de que la relación de sus padres era una que mantenía expresiones frecuentes y acaloradas de su deseo mutuo, incluso a su edad.