Historias y One-Shot de Fleur Delacour.

Infidelidad seductora

"Así que lo que estás diciendo es que en realidad no sabes si eres completamente inmune al encanto", dijo Ginny.

"Sí, supongo que sí", dijo Harry, encogiéndose de hombros hacia su esposa. No vio cuál era el problema. "No actúo como un idiota cuando estoy cerca de ella, y puedo resistir la maldición imperius. Pero no es como si alguna vez hubiera dirigido su encanto hacia mí, así que no puedo decir con certeza que pueda resistirlo". Miró a Fleur, sentada en el sofá de enfrente y luciendo muy interesada. "No lo has hecho , ¿verdad?"

"No, no lo he hecho", dijo Fleur, sacudiendo la cabeza. "Pero me gustaría mucho probarlo ahora".

"Sí, a mí también me gustaría ver eso", dijo Ginny, uniéndose. "Eres capaz de convertir a todos mis hermanos en idiotas babeantes, pero ¿puedes hacérselo a mi esposo también? Me gustaría saber."

"¿ Quieres verme babear como un idiota y empezar a follar en el sofá?" preguntó, mirando a Ginny con incredulidad.

"No, tonto", dijo su esposa, poniendo los ojos en blanco. "Quiero ver si puedes evitar babear como un idiota y follar en el sofá".

Harry miró a Fleur, esperando que ella pusiera fin a esta locura, pero parecía aún más emocionada de probarlo que Ginny. No entendía por qué alguno de ellos estaba tan interesado en esto, pero tenía la sensación de que estaba en una batalla perdida aquí. Rara vez podía convencer a su esposa de nada, y Fleur era una persona muy persuasiva, por lo que su presencia aquí solo empeoró las cosas para él. Aun así, tenía que intentarlo.

"No tengo ningún interés en hacer el ridículo", dijo, "y tengo aún menos interés en ser incapaz de evitar tratar de manosearte. O peor, para el caso.

"Soy una veela, 'Arry", dijo Fleur. "Puedo hacerme cargo de mí misma." Parecía muy segura de eso, y aunque él no dudaba de su fuerza, también sabía lo poderoso que era. Sin mencionar lo jodidamente cachondo que podía ponerse en las circunstancias adecuadas. Sin embargo, Ginny sí lo sabía, y él se volvió hacia ella suplicante. Sin embargo, la forma en que ella lo miró con una sonrisa le dijo que no recibiría ayuda de ella.

"Relájate, Harry", dijo ella. "Yo también estoy aquí. Si no puedes combatirlo y es demasiado para Fleur, siempre puedo detenerlo. Incluso tendré mi varita en la mano, por si acaso.

Harry no estaba convencido, ni siquiera cuando Ginny sacó su varita y la giró entre sus dedos para mostrarla. Ella podría tener la capacidad de detenerlo si fuera necesario, pero él estaba más preocupado por si ella realmente tendría el deseo de hacerlo. Probablemente quiso decir honestamente lo que dijo, pero ambos sabían lo cachonda que podía ponerse también. Era parte de la razón por la que hacían tan buena pareja, pero en este momento tenía mucho que ver con la incómoda sensación en la boca del estómago.

Aún así, las miradas en los rostros de ambas mujeres le dijeron que no era una discusión que tuviera esperanzas de ganar. Iban a jugar su juego sin importar su inquietud.

"Bien", dijo, suspirando. Pero no me culpes si todo esto se va al infierno.

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Ginny observó, sonriendo con su varita en mano mientras Fleur desataba su encanto sobre Harry. Había sido un motivo de orgullo para ella que Harry hubiera sido capaz de resistir el encanto de veela de Fleur, y esos eran derechos de fanfarronear que no quería renunciar cuando charlaba con sus amigas y cuñadas. Con suerte, podría soportar esto y permitir que ella siguiera alardeando de lo especial que era.

Los primeros momentos después de que Fleur lo apuntó no trajeron una respuesta visible de Harry, y la sonrisa de Ginny se amplió. ¡Sí! ¡Él realmente podría luchar contra eso! Empezó a relajarse, feliz por la victoria de Harry (y su victoria también, al menos por poder).