Teorías del Crimen (SuperCorp)

Capítulo 1: Primera vista

Kara Danvers siempre fue una triunfadora. Estaba en el equipo de fútbol de su instituto, era una estudiante sobresaliente y siempre tenía éxito en todo lo que se proponía. Por eso no le sorprendió recibir por correo una carta de aceptación en una de las mejores universidades del país. Después de leer un libro escrito por un analista del comportamiento del FBI, se decantó por la psicología criminal, con la esperanza de que algún día pudiera abrirse camino en la prestigiosa unidad de perfiladores y llegar al mismo nivel que el famoso J'onn J'onzz.  

Para facilitarle las cosas, su hermana Alex estaba estudiando medicina en National City. Tener a Alex cerca de nuevo calmó sus nervios por la gran mudanza y su hermana estaba emocionada por ver a Kara por primera vez en casi un año. 

Los días previos a la partida de Midvale fueron tensos, su madre adoptiva Eliza había querido que asistiera a la universidad local para que pudiera quedarse en casa. Desde la muerte de su padre adoptivo, se había prometido a sí misma que, en cuanto cumpliera los 18 años, saldría de la pequeña ciudad y se buscaría la vida que más le gustara. Sin embargo, sus planes se vieron obstaculizados cuando su madre cayó enferma, y acabó dejando en suspenso sus estudios universitarios para estar allí y ayudar a Eliza a superar la enfermedad. 

Ahora, a los 20 años, estaba decidida a trabajar para conseguir lo que realmente deseaba en la vida. Abandonó su ciudad natal sólo con lo imprescindible, alejándose de la vida que había llevado. Kara dejó atrás a sus amigos y a su familia; estaba preparada para un nuevo comienzo y no miró atrás.  

Así que aquí es donde se encontraba una semana antes de que empezara el curso. Había empaquetado su coche y se dirigió desde Midvale a National City, agradecida de que el viaje fuera sólo de unas pocas horas. Llegó a última hora de la mañana, dándose tiempo para deshacer las maletas y acomodarse en su dormitorio compartido, y deseando a Dios que cuando llegara su compañera de habitación fuera tan relajada como ella, y deseando en silencio que no fuera rara.  

Cuando Nia Nal entró por la puerta, Kara casi se cae de la cama. No esperaba que llegara tan pronto, pero se emocionó cuando se presentó.  

"¡Hola! Soy Nia, siento no haber querido entrar dando tumbos por la puerta, ¡estaba tan emocionada por ver con quién me habían alojado y unido a la cantidad de mierda que llevo era inevitable!". Nia estaba increíblemente excitada, sus palabras eran apresuradas y hablaba con un tono de voz bastante agudo.  

"Jaja, no te preocupes. No esperaba que mi compañera de piso llegara tan pronto después de mí, ¡pero me alegro de que estés aquí! Me llamo Kara". Se rió alegremente, sintiéndose un poco más tranquila una vez que la otra chica habló.  

"Encantada de conocerte, Kara. Supongo que así tendremos más tiempo para conocernos antes de que empiecen las clases. ¿Qué vas a cursar este año?" Nia parloteó, moviéndose para recoger los objetos que se le habían caído.  

"Sí, así es. Estoy haciendo psicología criminal y ciencias del comportamiento. Estoy deseando empezar las clases". Kara sonrió, levantándose de la cama y ayudando a Nia con sus cosas. 

"¡Oh! Gracias, nena. Parece interesante, pero también mucho trabajo. ¿Quieres ser psicóloga o algo así? Estoy estudiando informática y analítica, pero ya tengo un buen conocimiento práctico de todo eso, ¡así que debería ser muy fácil!". Nia sonrió a Kara, con un puñado de sus pertenencias casi cayéndosele de las manos. 

"Vamos a ordenar tus cosas y luego podemos dar un paseo para familiarizarnos, comer algo y charlar un poco más". Kara sugirió, colocando el equipaje en la cama vacía en el otro lado de la habitación.  

"Me parece una idea estupenda, ¡creo que usted y yo, señorita Kara, nos vamos a llevar de maravilla!". Chilló de felicidad haciendo reír a Kara.  
     
     
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