Teorías del Crimen (SuperCorp)

Capítulo 5: La combatividad te sienta bien

Kara se despertó tarde a la mañana siguiente, tomando el sol a través de las cortinas mientras estaba tumbada pensando en la noche anterior. Todo se estaba desmoronando en su cabeza, haciendo que su ritmo cardíaco aumentara al recordar la sensación de la hermosa mujer bailando contra su cuerpo. Gimió para sus adentros, llamando la atención de su amiga, que estaba tumbada en la cama de enfrente.   

"Kara, ¿estás bien?", le preguntó preocupada.   

"Creo que la cagué anoche". Kara exhaló, tratando de controlar sus emociones mientras miraba al techo.   

"¿Cómo es eso? Lena y tú desaparecisteis anoche, supuse que era algo bueno". Nia parecía demasiado emocionada para su gusto.  

"Entré en pánico cuando estaba bailando con ella, terminó trayéndome de vuelta aquí y la besé..." reveló, girando la cabeza para mirar a su mejor amiga.  

"¡¿HICISTE QUÉ?! Kara ¿por qué no me lo dijiste cuando volví?" sus ojos se abrieron de par en par ante la revelación.   

"Sólo la besé en la mejilla Nia, apenas es motivo de celebración. Estaba tan preocupada porque me había hecho sentir incómoda al pedirme que bailara con ella, que sentí que tenía que tranquilizarla y esa fue la mejor opción que se me ocurrió sin besarla en los labios. No quería ponerla en esa situación". Kara suspiró, sintiendo que le escocían los ojos al pensarlo.  

"Oh nena, ustedes dos se veían positivamente pecaminosas bailando juntas anoche. Prácticamente tuve que arrastrar a Jimmy para que no se uniera, ¡le estaba encantando cada minuto!", se rió al recordarlo, "Pero también vi la forma en que te miró cuando ustedes dos se fueron, y sé a ciencia cierta que si hubiera sido cualquier otra persona, no te habrían dejado en casa y se habrían asegurado de que estuvieras a salvo. Definitivamente hay algo más entre ustedes, sólo necesitan que darse tiempo para averiguar qué van a hacer al respecto". Le ofreció una sonrisa cálida y reconfortante.   

"Nia, no puedo dejar de pensar en ella. Me sentía tan bien estando tan cerca de ella, sintiéndola contra mi cuerpo. Es como si encajáramos a la perfección. Quiero saberlo todo sobre ella, y quiero que ella lo sepa todo sobre mí. Nunca me había pasado, pero tampoco quiero que me rompan el corazón, me destrozaría". Kara sintió que una lágrima rodaba por su mejilla, levantando rápidamente una mano para secársela.   

"Dios mío". Nia jadeó: "¡Te estás enamorando de ella!".   

"¡Dios Nia no, apenas la conozco! Desde luego no me he enamorado de ella", se apoyó en el codo para observar a su amiga.   

"Vamos Kara, tú no eliges de quién te enamoras y lo rápido que sucede. Simplemente te das cuenta un día. Date la oportunidad de averiguar lo que realmente sientes por ella, porque sé que hay más que lujuria entre ustedes dos. No podríais ser más que adecuadas la una para la otra si lo intentaran, es tan jodidamente obvio. Creo que deberías pedirle una cita para que podáis hablar", la idea entusiasmó a Nia, aplaudiendo.

"Dios, a veces eres insufrible... Mañana tengo una cita individual con ella, puedo hablar con ella entonces si lo necesito. Pero por ahora, necesito café y algo de buena comida. ¿Crees que Winn y Jimmy querrán almorzar en la cafetería?" cambió rápidamente de tema, esperando que Nia lo dejara estar.   

"Claro que sí". Nia puso los ojos en blanco, derrotada. "Le mandaré un mensaje a Jimmy y se lo preguntaré, seguro que les apetece. Estoy colgada, así que necesito comida grasienta y mucho café para volver a sentirme normal", bromeó.   

"Vale, ¡manos a la obra!" Kara terminó, levantándose y comenzó a prepararse para salir.   
   
   
***

"Kara, ¿qué tal el curso?" preguntó Winn amablemente. A pesar de tener sólo 16 años, era increíblemente inteligente, decían que tenía memoria eidética y un coeficiente intelectual de 187.