Teorías del Crimen (SuperCorp)

Capítulo 8: Verde

Kara tomó dos tazas de café del carrito que había fuera del edificio de psicología y se dirigió al despacho de Lena para su cita individual. Esperaba en silencio que no hubiera sido ella la que había hecho enfadar a Lena en su clase, ya que ver a su profesora pasar de la sonrisa a la frialdad en cuestión de segundos la había preocupado. Golpeó la puerta con los nudillos, pero no oyó nada en el interior. Empujó el picaporte y la puerta se abrió lentamente con la punta de la bota. Entró sigilosamente y encontró a Lena con la mirada perdida en la ventana del lado opuesto de la habitación, sentada en su sillón de cuero.  

"¿Lena?" El tono suave de Kara sobresaltó a su profesora.  

"¿Qué?" La voz acerada de Lena se disparó hacia atrás.  

"Te he traído un café para nuestro uno a uno." Kara lo colocó en el escritorio frente a Lena, dando un paso atrás y dejando caer su bolso junto a su asiento habitual.  

"Ahí hay archivos, coge lo que quieras y ponte a trabajar". Lena señaló débilmente la pila que Kara había colocado sobre el escritorio.  

Kara no había visto a Lena ser tan fría con ella antes, "¿Estás bien?"  

"Por supuesto." Lena fingió una sonrisa y Kara se dio cuenta. Cogió los archivos y tomó asiento lejos de ella en el sofá.  

"¿Quieres...?"

"Sólo siga con lo que tiene que hacer señorita Danvers, por favor". Lena la interrumpió antes de que pudiera terminar.  

Kara retrocedió visiblemente ante el tono áspero de la voz de Lena. "Vale, está bien..."  

La idea de levantarse e irse cruzó por su mente, pero no quería irritar a Lena más de lo que ya estaba, a pesar de que su presencia era muy probablemente la razón por la que estaba actuando de esa manera.  

La hora siguiente fue una tortura para ambas. Kara repasaba los perfiles en su cabeza. Cuando terminó, dejó los archivos delante de Lena y se marchó, despidiéndose de su profesora en un susurro antes de dejar que la puerta se cerrara de golpe detrás de ella. Lena soltó un fuerte gemido tras el salto que le produjo el ruido de la puerta al cerrarse, y levantó las manos para cubriendo el rostro.  

Cuánto tiempo llevaba deseando a Kara, guardándose sus sentimientos para sí misma. Lena no estaba segura de sí misma para ser honesta, simplemente sucedió un día y lo había estado ocultando desde entonces.  

Pero oír a Kara decir que tenía una cita, y con James Olsen de todas las personas, casi la destruyó. Tuvo que usar hasta la última pizca de control para evitar soltarlo allí mismo. Pensaba que Kara estaba guapísima con su conjunto de hoy, y estaba deseando decírselo cuando acabara la clase. Pero los celos pudieron con ella.  

"Joder". Lena suspiró profundamente. Se quitó los tacones, metió las piernas bajo el trasero y dejó que sus pensamientos se agitaran en su cabeza un rato más. 
   
   
***

"Nia, estaba tan enojada. Sólo quiero saber exactamente qué hice mal". Kara se quejó con su amiga.  

"¿Puedes pensar en algo que hayas dicho que haya causado que su estado de ánimo cambie de esa manera?" preguntó Nia, intentando ayudar a su amiga en todo lo que podía.  

"No, estábamos literalmente hablando de sesiones de estudio aquí una vez a la semana". Kara gimió, frotándose las manos contra la cara en señal de frustración.

Nia esbozó una débil sonrisa. "Tal vez sólo está teniendo un mal día". 

"Ella me llamó señorita Danvers... Nunca ha dejado de llamarme Kara". Kara exhaló, la cabeza cayendo hacia atrás y en la pared detrás de ella con un ruido sordo. "Ay."