Teorías del Crimen (SuperCorp)

Capítulo 2: Primeras palabras

Lena era nueva como profesora. Se había tomado un descanso en su ilustre carrera como agente de la Interpol para reconsiderar sus opciones. Después de su última misión encubierta, necesitaba un descanso y, cuando su jefe la recomendó para un puesto en la facultad de psicología de la Universidad de National City, no dejó pasar la oportunidad de volver al lugar que prefería llamar hogar.

A la temprana edad de 25 años, Lena había logrado mucho en su vida, y no tenía ningún deseo de detenerse ahora. El curso de psicología criminal y ciencias del comportamiento de la NCU era uno de los mejores que se impartían en el país; sólo se ofrecían plazas a los mejores, y eso la entusiasmaba. Al fin y al cabo, estaba enseñando a futuros médicos, perfiladores y criminólogos. Lena era una mujer soltera, libre de hacer lo que quisiera, para disgusto de su madre. Cuando le dio la noticia de que se mudaba a casa para iniciar una carrera docente, su madre se burló por teléfono antes de enumerar una serie de razones por las que debería haberla escuchado y haberse dedicado a la política como ella. Lena puso los ojos en blanco ante los desplantes de la mujer mayor; no eran muy distintos de los sermones que le habían dado sobre su sexualidad.

Había salido del armario a los quince años, después de un verano en Italia sin que su madre la vigilara, y había ido más allá experimentando con esa faceta de la vida. De niña sabía que los chicos nunca le gustaban, y cuando se hizo amiga de una despampanante joven italiana en la cafetería que había al final de la calle de su residencia, aprovechó la oportunidad. Lena Luthor tenía fama de mujeriega, era segura de sí misma, hermosa y tenía un aire misterioso que a las mujeres les encantaba.

Cuando llegó el día anterior a la NCU, le habían presentado a los otros profesores que impartían clases en la licenciatura de psicología criminal. Samantha Arias era su tipo de mujer, era tranquila y reservada, pero sabía que podía ser su confidente si lo necesitaba. Como agente había coincidido varias veces con J'onn J'onzz, llevándose bien con el profesor y encontrando puntos en común con él. También estaba el Dr. Dox, profesor de lingüística forense. Era un antiguo miembro de la UAC, pero se dedicó a la enseñanza cuando un caso de gran repercusión le sacudió el ventilador. Estaba deseando conocer a sus colegas, J'onn les había invitado a todos a tomar algo un fin de semana para que pudieran dar la bienvenida a Lena a su pequeño equipo.
   
    
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"Buenos días chicos, soy la profesora Luthor, pero podéis llamarme Lena. Este año impartiré vuestra clase de psicología y estudios del comportamiento. Vamos a empezar el módulo 1 hoy: teorías psicológicas del crimen. Si todos sacáis vuestros libros de texto, podemos empezar". Lena sonrió alegremente a la sala llena que tenía delante.

"Empezamos con las preguntas que todo el mundo en el campo de la psicología criminal quiere saber. ¿Por qué los individuos cometen delitos y por qué está presente la delincuencia en la sociedad? Hay tres teorías principales a la hora de responder a estas preguntas. ¿Alguien puede decirme cuáles son?". preguntó, echando un vistazo a la sala para ver si alguien respondía.

"Psicodinámica: la idea de que las experiencias de la primera infancia de un individuo influyen en su probabilidad de cometer delitos en el futuro", dijo un tipo de la primera fila.

"Sí, eso está bien. ¿Alguien más?", volvió a mirar a su alrededor.

"Conductual, la noción de que las personas alteran o cambian su comportamiento en función de las reacciones que este comportamiento suscita en otras personas", habló esta vez una chica.

"Bien, ¿y el último?", sus ojos se dirigieron a la última fila.

"Um, ¿teoría cognitiva?" Kara habló nerviosa.

"Sí, ¿puedes explicarlo?" preguntó Lena amablemente.

"Sugiere que la percepción de un individuo y cómo se manifiesta afectan a su potencial para cometer un delito. Se centra en los procesos mentales de los individuos e intenta comprender cómo los delincuentes perciben y representan mentalmente el mundo que les rodea". La voz de Kara era tranquila, pero vio que su profesora asentía con la cabeza.