Que sorpresa. Toda la familia Park habían quedado encantados. Kim Jisoo era vista como una princesa, siendo ella una maestra elogiada por el pueblo y una mujer carismática, divertida e inteligente para los presentes allí. Tan atenta con su pareja, respetuosa con sus mayores. Ellos deseaban poder verla más seguido en las reuniones familiares que organizaban, quizás hasta por muchos años más. Solo esperaban que aquella dulce relación durara para siempre, se veía que se amaban, ya sea en sus acciones o las miradas de adoración que se regalaban una a otra.
Habían terminado de comer y ya estaban apilando los platos y recipientes para que estos sean llevados a la cocina. Jisoo se apresuró para ayudar a la señora Seoyeon, al igual que su hija Chaeyoung. La mayor les regaló una sonrisa de agradecimiento y las tres mujeres inmediatamente se dirigieron a la cocina para empezar a lavar, secar y guardar aquel desorden en el fregadero.
"Yo creo que usted debería ir con el resto" Dice la pelinegra, arrebatando un plato que iba a ser lavado por la madre de su novia falsa, mientras que ésta última mira divertida la interacción de las dos con los brazos cruzados.
"Pero..." Seoyeon iba a negarse, sin embargo, Jisoo negó en su lugar.
"Nada de peros, señora Park" Dice ella con autoridad y Chaeyoung suelta una leve risa observándola arremangarse la blanca blusa que llevaba para la ocasión, dispuesta a lavar los trastes. "Usted ya hizo mucho, merece tomar un descanso"
La mayor mira a su hija suplicando para que intervenga, no quería que Jisoo se ensuciara, sobre todo al ver el costoso y elegante atuendo que llevaba. Además, le preocupaba que la muchacha se vaya de su casa pensando que solo se aprovechaba de ella. Lamentablemente, su hija no estaba compartiendo la misma idea.
"Jisoo tiene razón, mamá. Haz hecho mucho, debes estar cansada" La rubia se acerca a su madre para acomodar un mechón de cabello detrás de su oreja con cariño. "Déjalo, nosotras nos haremos cargo aquí"
Seoyeon suspira derrotada, tomando la mano de su hija para darle un apretón poco después.
"Solo por esta vez, ¿entendido?" Se dirige a las dos menores y éstas alzaron su mano en un saludo militar al mismo tiempo.
"Sí, señora" Dijeron al unísono y las tres se lanzaron a reír por la situación.
Así, Jisoo y Chaeyoung estaban al fin solas, la rubia se aseguro de ello mientras que la pelinegra empezaba con su deber.
"¿No hay moros en la costa?" Bromea la pequeña y Chaeyoung ríe por lo bajo, negando.
La rubia suspira y se acerca a la maestra, dando un brinco y sentándose en el mostrador a un lado de ella. Pudo ver como los rayos del sol, que se escabullían por la ventana que estaba frente al fregadero, acariciaban la tersa piel del bello rostro de su acompañante. Su perfil era algo que le gustaba observar, lo recordaba desde que tenía memoria, desde que compartían clases en la escuela secundaria. Kim Jisoo se sentaba a dos filas de ella, justo el lado donde se situaba la puerta, en el segundo asiento de seis que habían, mientras que ella se situaba en la última carpeta. No sabía la razón del por qué siempre elegía el último lugar, quizás era el mejor sitio para ver la concentración y belleza que desprendía Jisoo en esos tiempos. Tan linda, tan inteligente y tan popular. Gracias a su belleza, tenía todos los ojos de la secundaria puestos en ella, y Chaeyoung solo era una más del montón que quedaba maravillado con su presencia. Agradeció en su momento cada vez que rechazaba y rompía el corazón a cada uno de los hombres que confesaban sus sentimientos por ella. Lo sabía desde el principio, sabía que Kim Jisoo era una mujer inalcanzable.
"Tu mirada está quemándome, Chaeyoung" Menciona una sonrojada pequeña, aunque la rubia solo pensó que era por el sol que caía sobre ella.
"Lo siento, me perdí en mis recuerdos" Dice mientras mueve su vista a sus zapatos, mordiendo levemente su labio inferior algo avergonzada de ser atrapada viéndola sin descaro. "Pero maldición, debe ser un delito ser tan jodidamente bella" Piensa ella en silencio.
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I have a girlfriend (Chaesoo)
FanfictionPark Chaeyoung acaba de cumplir veintisiete años y aún no ha tenido novia. Aquel hecho no le había importado sino es hasta el día de su cumpleaños, debido a los insistentes reclamos de su familia al verla sin pareja a esa edad. Por esa razón, no tuv...